Equivocarse desde Marsella
Después de leer la vehemente carta de Jacqueline Angulo publicada días pasados sólo resta darle una buena noticia: el próximo año, en Molina de Aragón no se celebrará la fiesta del toro emplumado.Esta ardiente defensora de los derechos animales puede contar con la seguridad de que en Molina ni en todo el señorío se le prenderán los cuernos a ningún toro. La razón es tan sencilla como contundente: no existe, y presumiblemente nunca ha exístido, tal celebración en la provincia de Guadalajara. Para la próxima vez que intente redimir a los molineses de sus supuestos bajos instintos -que ya es suponer- más valdría que no se amparara en puras falsedades. Equivocarse es más que probable cuando se habla de Guadalajara desde Marsella, y por lo que se ve, de oído
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