Violencia de la mafia en la campaña electoral italiana

Seis políticos asesinados, varios heridos graves, bombas lanzadas contra sedes políticas, amenazas de muerte y toda una serie de acciones criminales eran hasta ayer el dramático balance de la Mafia, la Camorra y la N'Drangheta para el control de las elecciones municipales, provinciales y regionales que se celebran a nivel nacional el 6 y el 7 de mayo.Además de las tres regiones dominadas por las mafias -Sicilia, Campania y Calabria- están dando señales de mafiosidad también Cerdeña y Puglia, donde se están registrando numerosos episodios de violencia para el control de las elecciones.

La grave situación que se ha creado en todo el sur del país ha llevado al partido comunista, a quien se han sumado los republicanos y parte del partido socialista, a pedir la dimisión del ministro del Interior, el democristiano Antonio Gava, uno de los hombres más poderosos de Nápoles. Gava, acosado por sus adversarios políticos, declaró que era más fácil acabar con el terrorismo que con la Mafia.

Los políticos asesinados en estos días son Carmine Elmo, democristiano, concejal para el deporte en Acerra; Antonio Buoaiuto, democristiano, ex alcalde democristiano que se presentaba de nuevo para alcalde; Dionisio Crea, socialista, vicealcalde de Fiumara; Giovanni Trecroci, democristiano, teniente de alcalde de Villa San Giovanni; Vincenzo Reítano, democristiano, concejal de Fiumara, y Antonio Bubba Bello, democristiano, concejal de Caraffa. El socialista Andrea Vinciguerra, ex teniente alcalde de Capua, logró salir vivo del atentado.

Todo esto sólo en Campania y Calabria. En Cerdeña han tenido lugar toda una serie de atentados con bombas e incendios contra propiedades de políticos o de familiares, como la agresión contra Piero Marras, asesor regional del Partido Sardo de Acción, y la bomba lanzada contra la casa de Paolo Dadea, hermano del consejero regional comunista.

En Puglia ha estado a punto de arder toda la sección del partido socialista en la ciudad de Bar¡, mientras que el arzobispo de la ciudad, Giuseppe Casale, ha definido a las fuerzas políticas como "escuálidos centros de gestión del poder".

En Sicilia no ha habido aún muertos, aunque acaba de salir milagrosamente con vida Salvatore Moncada, democristiano, ex teniente alcalde de Lentini, tras haberle lanzado la Mafia una bomba contra su coche. Pero, paradójicamente, la ausencia de muertos en la región de la Mafia por antonomasia fue ayer comentado por la Prensa como "una señal negativa", en el sentido de que allí la Mafia se ha quedado contenta con la operación que ha realizado, de acuerdo con los jefes políticos, para colocar "a sus hombres" en las listas electorales.

En Calabria por vez primera un obispo y algunos sacerdotes que se han opuesto abiertamente a la N'Drangheta han tenido que ser escoltados, lo mismo que le ha pasado a los jesuitas del Centro de Sociología de Palermo, a quienes se les ha obligado a moverse en coches blindados ante el temor de que puedan ser asesinados por el apoyo que han dado y siguen dando al ex alcalde Leoluca Orlando. Éste vuelve a presentarse como número uno de la Democracia Cristiana pero en abierta polémica con la parte dominada por Giulio Andreotti, que le ha presentado otro candidato también como pretendiente a la alcaldía y que ha dividido dramáticamente al partido más acusado en Sicilia de haber estado implicado con la Mafia en todos los juegos sucios.