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EE UU pretende compensar con una Marina más poderosa la reducción de sus efectivos en Europa

Enric González

ENVIADO ESPECIAL"La década de los noventa será, en términos de estrategia militar, más parecida a los años previos a la Gran Guerra de 1914 que a las cuatro últimas décadas de guerra fría. La posibilidad de conflicto entre los super poderes será muy pequeña, pero crecerá el riesgo de guerras dispersas por el planeta, en las que podrían utilizarse armas químicas e incluso nucleares". Estas declaraciones, efectuadas a EL PAÍS por un oficial de alto rango de la Marina norteamericana, resumen la filosofía que ha llevado al Pentágono a elaborar un proyecto para reforzar los efectivos y la capacidad de la Marina, con un doble objetivo: incrementar la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en cualquier parte del mundo compensar la previsible reducción drástica de sus fuerzas terrestres en Europa.

El proyecto naval del Pentágono será una de las bazas con que contarán las delegaciones estadounidenses en las cruciales reuniones que se avecinan y en las que debe diseñarse el nuevo mapa estratégico militar para los próximos años.La primera. de estas reuniones, la del 5 de mayo entre las cuatro potencias vencedoras en la II Guerra Mundial (Estados Unidos, Unión Soviética, Reino Unido y Francia) y las dos Alemanias deberá abordar, entre otras cuestiones, la probable desnuclearización de la Alemania unificada. Posteriormente, en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de este verano se planteará el nuevo papel de la organización tras el radical cambio político registrado en el bloque tradicionalmente enemigo, el Pacto de Varsovia, que ha dejado de constituir una amenaza real.

Las conversaciones que ahora mismo se desarrollan en Viena entre los dos bloques, hasta ahora antagónicos, sobre reducción de armas convencionales, de cuyo éxito nadie duda -a pesar de que los detalles técnicos de verificación pueden retrasar su conclusión hasta el año próximo- darán como resultado una fuerte reducción de los efectivos militares estadounidenses estacionados en Europa. La cumbre de los 35 países de la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa (todos los europeos menos Albania, más Estados Unidos y Canadá), prevista para finales de año, consagrará definitivamente la distensión y una sensible desmilitarización del continente.

Esta retirada de tropas norteamericanas, con el consiguiente ahorro en el gasto de17ensivo, es bien vista por los parlamentarios de Washington, uno de cuyos objetivos es reducir el déficit presupuestario. También es popular entre la opinión pública. "Para nosotros, la buena noticia es que ahorraremos; para el ciudadano, la buena noticia es que la mayoría de los soldados desplazados a Europa volverán a casa", dijo el senador republicano John McCain. El Pentágono, sin embargo, no cree que se pueda recortar significativamente el gasto militar global.

"No gastaremos tanto en Europa, pero en cambio habrá que incrementar la inversión en la Marina y mantener el elevado presupuesto de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI)", más conocida como guerra de las galaxias, según fuentes del Pentágono.

El nuevo diseño de la estrategia militar estadounidense encaja, por un lado, con la iniciativa para reducir el gasto militar propugnada entre otros por el influyente senador demócrata Sam Nunn -para quien las fuerzas navales resultan especialmente apropiadas para adecuar el despliegue de fuerzas a las necesidades de cada momento-, y por otro lado con el punto de vista del Pentágono, cuyos ideólogos consideran que las características del Ejército estadounidense de fin de siglo deben responder a las siguientes necesidades: presencia en todo el mundo, multifuncionalidad, capacidad de disuasión (es decir, exhibición constante de la fuerza potencial) y disponibilidad inmediata para el combate. A ello habría que añadir la gran capacidad de información que el ingente instrumental de la guerra de las galaxias puede facilitar, desde el espacio, sobre hipotéticos preparativos bélicos en cualquier zona del planeta.

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"En lo que hasta ahora hemos llamado Tercer Mundo se están desarrollando notables poderes regionales capaces de utilizar armamento químico y nuclear" manifestó un oficial de la Marina norteamericana, quien citó como ejemplos a Irak y la India. "Eso hará más difícil el mantenimiento de la paz en el planeta, por más que la URSS se desarme. Y no debe olvidarse que la Marina soviética es precisamente la menos perjudicada por los recortes en el presupuesto de Defensa efectuados en Moscú". Eso indica -concluyó- que los soviéticos tienen una percepción similar a la nuestra respecto a las necesidades militares en los años que se avecinan.

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