Polémico reparto de sedes

El presidente francés, François Mitterrand, tiene la intención de poner sobre el tapete en la cumbre de Dublín el reparto geográfico de las nuevas instituciones europeas -Agencia de Medio Ambiente, Oficina de Marcas, fundación para la formación de cuadros de países del Este y Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (del Este)- una cuestión que puede suscitar muchas más divergencias entre los Doce que los problemas más trascendentes, como la unión política.El objetivo presidencial no es tanto conseguir la ubicación en su territorio de una de estas instituciones -Mitterrand apuesta sobre todo por obtener para su asesor, Jacques Attali, la presidencia del banco- como tratar de lograr que Estrasburgo sea reconocida como "sede única y definitiva" de las sesiones plenarias del Parlamento Europeo.

Edith Cresson, ministra gala de Asuntos Europeos, sostuvo que Francia bloquearía la atribución de las cuatro sedes si no se le daba la razón en su batalla por Estrasburgo.

España, que no acoge ninguna sede comunitaria, es uno de los países que más pugna por llevarse a Madrid una de las nuevas instituciones y tiene serias posibilidades de conseguir la Agencia de Medio Ambiente o la Oficina de Marcas. Para la primera compite, sobre todo, con Copenhague y para la segunda con La Haya, Múnich y Luxemburgo que la revindica porque, sostiene, al disponer de ciertos poderes juridiccionales la oficina debe instalarse en el Gran Ducado.

Para hospedar el banco rivalizan Luxemburgo, Francfort, Amsterdam, Estrasburgo y Praga, que cuenta con el apoyo de EE UU y Japón, pero Londres se destaca sobre todas ellas por su tradición de plaza financiera.