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La noche del amonal

El relato realizado por el juez Garzón en el auto de procesamiento atribuye a Henri Parot la conducción y colocación de la furgoneta que contenía la bomba junto a la fachada de la Dirección de la Guardia Civil; a Jacques Esnal, haber activado el explosivo, y a Frédéric Haramboure, el conducir el coche robado en el que los terroristas se dieron a la fuga.Según el texto judicial, la dirección de ETA decidió realizar un atentado para presionar al Gobierno a que aceptase una eventual negociación. Artapalo decidió el objetivo, la forma de hacerlo y proporcionó dinero para los desplazamientos e infraestructura.

El actual número uno de ETA entregó a los miembros del comando las llaves de los vehículos a utilizar en la acción y les comunicó el lugar de Burgos donde podrían encontrarlos, además de darles unas Instrucciones muy precisas sobre el modo de actuar.

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Los tres franceses viajaron a España en sus coches particulares. En Burgos, ETA les tenía preparados un Seat Ritmo y una furgoneta Peugeot J5 robados. En ésta encontraron entre 100 y 500 kilos de amonal, cuatro botellas de acero de las utilizadas para gas propano y bolsas de arena para el retacado. El 21 de noviembre de 1988 llegaron a Madrid y se fueron a dormir a los hoteles Norte (Esnal y Haranboure) y Foxá (Parot).

El día 22 llevaron la furgoneta a un descampado cerca de Colmenar, donde introdujeron el amonal en las botellas de acero conectándolas con cordón detonante a un sistema de iniciación de mecha lenta.

Los terroristas estuvieron haciendo tiempo hasta las 23.45 horas, en que llevaron el coche bomba hasta su objetivo, según las órdenes de Artapalo. Esnal activó el explosivo con un retardo de 45 segundos y los tres etarras huyeron en el Seat Ritmo hasta donde se encontraban sus coches. Esnal y Haranboure viajaron hacia Talavera, mientras Parot lo hacía hacia Cuenca.

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El amonal había sido fabricado por José María Arregui, Fitti, responsable del aparato de explosivos de ETA, que en marzo de 1986 compró 950 kilos de polvo de aluminio en el sur de Francia y lo mezcló con nitrato amónico y cloruro sódico junto con dos kilos de cordón detonante, para conseguir el efecto multiplicador.

La explosión produjo la muerte de dos personas, heridas a más de 20 y daños valorados en 353 millones.

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