Milken acepta pagar la mayor multa impuesta a una persona en EE UU
El rey de los bonos basura, Michael Milken, se declaró ayer culpable de seis delitos de estafa y fraude, y aceptó pagar una multa de 600 millones de dólares (unos 66.000 millones de pesetas). Con su admisión de culpabilidad y su disposición a pagar la multa, Milken, el hombre que revolucionó Wall Street y el sistema bursátil internacional, ha evitado ser enviado a prisión y ha conseguido que el Gobierno archive su caso.
Milken declaró en Manhattan, poco antes de comparecer ante el juez, que lamentaba "profundamente" haber cometido delitos de fraude y dio las gracias al tribunal por dirigir "un caso tan complejo". El rey de los bonos basura efectuó estas declaraciones con lágrimas en los ojos, junto a su mujer y ante decenas de periodistas, poco antes de comparecer ante el juez del distrito de Manhattan Kimba Wood.Milken estaba acusado de 98 delitos, de los que tan sólo ha reconocido la autoría de seis. Su acción ha permitido que la comisión federal que regula las transacciones financieras nortearnericanas -la Securities and Exchange Comission- retire todos los cargos que pesaban contra él.
Este tipo de pactos, denominados plea bargain, son una práctica habitual en el sistema judicial de Estados Unidos. El trato entre Milken y la fiscalía pone punto final a uno de los casos judiciales más complejos, largos y costosos de la historia de Wall Street. Uno de los fiscales del caso, John Carrol, ha declarado que los norteamericanos pueden estar seguros de que "se ha hecho justicia".
Milken, de 43 años de edad, revolucionó el mercado de valores de Wall Street desde su despacho en la financiera Drexel Burham Lambert, en suspensión de pagos. Su nueva filosofia del business rompió todos los moldes de comportamiento financiero, no sólo en Wall Street, sino en todos los centro bursátiles occidentales.
Milken convirtió en práctic habitual la compra y venta de inforrriación privilegiada -insider trading- y creó los denominados junk bond (bonos basura), unos títulos bursátiles de deuda de alta remuneración y también de elevado riesgo.
Generación 'yuppie'
Los bonos basura fueron la causa del fortísimo despegue financiero de los años ochenta y la base para la proliferación de las OPA, las ofertas públicas de adquisición, que en su mayoría eran hostiles. Wall Street llegó a transformarse de tal forma que algunos analistas incluso culparon a Milken de ser uno de los responsables de la caída bursátil de octubre de 1988, que puso punto final a la generación Yuppie, de la que Milken, en la que la frase preferida era "la avaricia es sana".A pesar de haber aceptado públicamente su culpabilidad, Milken sigue creyendo que es inocente y que su acción se justifica con su intento de evitar a su familia un proceso legal que se hubiera prolongado durante varios años. Uno de sus abogados, Arthur Liman, declaró ayer que "la historiajuzgará sus acciones en un contexto más general y le juzgará por su contribución a la economía de los norteamericanos". Liman también declaró que su cliente era inocente.
Michael Milken pasará a la historia norteamericana como el creador de los bonos basura y como un defraudador, pero también como el hombre que revolucionó el mercado norteamericano y la vida de millones de estadounidenses. En un país en que el culto al dólar es una filosofía de vida, Milken sigue siendo para muchos un genio.
La historia también recordará que en tan sólo cuatro años (1983-1987) Milken ganó más de 1.000 millones de dólares y que, pese a pagar 66.000 millones de pesetas de multa, la más alta pagada por un norteamericano, consiguió mantener una inmensa fortuna.
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