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La NBA se pone caliente

Ahora es cuando la cosa se pone caliente, cuando llegan los play-offs de la NBA. ¿Podrán los Pistons de Detroit, actuales campeones, convertirse en el segundo equipo que gana dos veces consecutivas el título desde que en 1969 el jugador-entrenador Bill Russell llevase a los Celtics de Boston a tal hazaña? Ningún equipo pudo repetir en los setenta mientras que en los ochenta solo Pat Riley con sus Lakers logró dos títulos consecutivos aunque fallasen en su tercer intento, la pasada temporada.¿Podrán repetir los actuales campeones? ¿Podrán mantener se en buena condición física, ¿Continuará su motivación? ¿Disminuirán sus habilidades? ¿En qué medida les ha afectado el hecho de haber perdido a un buen jugador como Rick Mahorn? Estas son sólo algunas de las preguntas que los Pistons tendrán que contestar.

Detroit ha sido el primer equipo que ha ganado 50 partidos cuando apenas restaba un mes de Liga regular. Sin embargo, la ventaja que tiene no es suficentemente grande para permitir que se relaje. El jugador más valioso (MVP) de la serie final del año pasado, Joe Dumars, lesionado en un dedo, deberá guardar reposo durante algunas semanas. Ello supone que los Pistons no podrán dar descanso a sus jugadores clave si quieren asegurar si dominio, sumamente importante para asegurarse la ventaja de factor campo en los play-offs.

El camino hacia el título nunca es fácil en la NBA. 16 equipos se clasifican para los play-offs ocho de cada división. Para llegar a la meta, los Pistons o el eventual campeón tendrán que ganar 15 partidos en cuatro eliminatorias sumamente difíciles.

El año pasado los Piston contaron con un equipo sin lesionados y dieron cuenta de los Lakers en sólo cuatro partidos. Pero quién sabe lo que hubiera pasado si Magic Johnson Byon Scott hubieran estado bien físicamente. Muchas cosas tienen que encajar para que un equipo gane un título de est magnitud debido a la excesiva intensidad y al altísimo nivel de juego.

Un contendiente a la corona de campeón tiene que contar con un auténtico superstar como Magic, Larry Bird, Isiah Thomas, Michael Jordan o Karl Malone. Pero esto no es suficiente, tiene que contar también con jugadores que anoten consistentemente desde las posiciones de base, alero y pivot bajo para impedir que sus oponentes defiendan a su mejor jugador por medio del dos contra uno.

El equipo que utiliza ese tipo de defensa siempre deja un hombre libre y un equipo campeón tiene que hacerle llegar el balón a ese hombre para que anote. Además, el base del equipo tiene que ser un líder, el que toma las decisiones, un hombre que sepa establecer el ritmo de juego y hacerle llegar el balón al jugador que tenga la mano caliente en el momento preciso.

El pivot alto debe ser un gran reboteador y para complementar este equipo campeón es necesario un banquillo que pueda contar con un anotador, un defensor y otros jugadores con experiencia en los play-offs.

En cuanto al entrenador, es importante que ya haya tenido experiencia en los play-offs ya que, además de soportar una tremebunda presión, las estrategias se parecen mucho a una partida de ajedrez y provocan que constantemente se cambie, ajustando el juego, anticipando las variaciones que introduce el equipo contrario y preparando a su equipo para afrontar y manejar las múltiples situaciones que surgen en eliminatorias de este calibre.

A lo largo de las cuatro eliminatorias, el campeón se enfrenta a cuatro equipos al tope de su juego, cada uno con diferentes estilos y que buscan la sorpresa: todos quieren ganar. Hay que mantener la disciplina, una concentración total y una tremenda motivación durante el mes y medio de arduo combate y una presión increíble. El entrenador debe tener el poder de hacer resurgir a su equipo después de una derrota inesperada y hacer que sus jugadores se nieguen a ser dominados o exterminados. Negarse a ser dominado, negarse a perder, negarse a no quedar campeones.

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