La ruptura

Cuando los acontecimientos vividos en caliente toman un significado histórico, se escapan al juicio de los contemporáneos. No porque estos últimos se prohíban comentarlos, sino que, al contrario, se apresuran a sacar enseñanzas equivocadas. Para escribirla, la historia necesita tiempo.Cuando, en pocos meses, el poder comunista se ha derrumbado en los países del Este, muchos se han complacido en anunciar el advenimiento de la socialdemocracia sobre los escombros del marxismo. La quiebra del colectivismo leninista era patente. Pero sostenían que no condenaba el socialismo ' por lo menos en su versión occidental. La ambigüedad del término permitía todos los equívocos. Era inoportuno celebrar la victoria del liberalismo. La economía tiene, es cierto, sus exigencias, pero, agregaban, si impone la ley del mercado, ésta sólo es soportable con la socialdemocracia. ( ... ) Al asegurar una amplia victoria a los liberales, los electores de la RDA, Checoslovaquia y Hungría han rechazado cualquier compromiso con la ideología que les llevó a la ruina. ( ... ) En nuestro país, los socialistas son conscientes al sostener que el liberalismo es, en esencia, generador de desigualdades, como si la moral, en política, fuese su patrimonio. Si el liberalismo salvaje incurre en este reproche, la experiencia muestra que la eficacia de una economía liberada de intervencionismos es también un factor de progreso social.

17 de abril