Los bancos no quieren repetir con los países del Este su experiencia en América Latina

La asistencia Financiera a la Europa del Este es, ante todo, un asunto que incumbe a los gobiernos occidentales y no a los bancos, que se muestran "prudentes" en su política de préstamos a estos países para no repetir "sus desgraciadas experiencias en América Latina", según afirma el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), organismo que reune a la mayor parte de los bancos mundiales, en un informe.Los gobiernos occidentales "deberán protagonizar la organización de la ayuda a estos países, en razón de sus implicaciones políticas y de las dificultades para la transformación de los países del Este en economías de mercado", según explica el informe.

"La reconstrucción de la Europa del Este demandará un gran volumen de fondos desde el Oeste, pues la situación económica de estos países se ha agravado considerablemente en los últimos años". Pero estos fondos, añade el informe, deben provenir de los Gobiernos occidentales y de las organizaciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, al menos, durante una primera etapa.

Según el IIF, los bancos son demasiado conscientes de sus experiencias en América Latina y por ello, serán prudentes en sus relaciones financieras con estos países cuyo endeudamiento -117 billones de dólares- ha crecido mucho en los últimos años y su solvencia se ha deteriorado gravemente.

"Yo no veo grandes préstamos de los bancos en un futuro próximo", afirmó el director general del IIF, Horst Schulmann, durante la presentación de este informe. Los préstamos de los bancos deberán quedar limitados a las empresas occidentales que desarrollen actividades en los países del Este, según precisó.

"Los bancos comerciales han sido la principal fuente de financiación de los países del Este durante los últimos años", añadió pero este papel debe ser ahora asumido por los Gobiernos occidentales.

La IIF mostró su satisfacción tras el anuncio de la creación del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo de los Países del Este (BERD). Pero añade que "la participación de los bancos dependerá de la actitud de los Gobiernos occidentales y también de quiénes sean los nuevos dirigentes de los países del Este".

La sustitución de una economía planificada por una de mercado "no tiene precedente histórico" y las reformas revolucionarias (libertad de precios, privatizaciones, creación de mercados financieros, covertibilidad de las monedas...), son necesarias con rapidez, según advierte el Instituto.