Mikis Theodorakis

De mito cultural de la izquierda y diputado comunista a ministro de la derecha. El tránsito político de Mikis Theodorakis, de 64 años, compositor de Zorba el griego y el Canto General, máximo símbolo viviente de la música griega, es tremendo y sorprendente, pero no incomprensible. Una sucesión de escándalos que condujo al procesamiento por corrupción del ex jefe de Gobierno socialista Andreas Papandreu, dos Gabinetes atípicos e inviables forzados por la inexistencia de mayoría absoluta para ningún partido y un desencanto generalizado pueden explicar muchas cosas.

En una entrevista concedida a EL PAÍS el pasado mes de noviembre, en una casa desde cuya terraza se domina la colina de la Acrópolis, con las columnas del Partenón por testigos, Theodorakis se definía aún como "independiente de izquierdas" y aseguraba que su distanciamiento de los comunistas se produjo cuando se convenció de que éstos contribuían a edificar la "pirámide de poder" de Papandreu.

¿Por qué colaborar con la derecha? Porque tiene una "confianza absoluta" en su líder, Constantino Mitsotakis, que ayer juró como primer ministro, y porque Nueva Democracia está decidida a llevar la catarsis (castigo a los responsables de los escándalos) a sus últimas consecuencias, y a "liquidar la red terrorista". El hombre al que muchos extranjeros identifican con Grecia se consideraba amenazado por el grupo ultraizquierdista Diecisiete de Noviembre y estaba sometido a una fuerte protección policial. "Quieren matarme", aseguraba. "Ahora mismo [y señalaba a la Acrópolis] podrían disparar con un lanzagranadas. Tal vez mientras estamos hablando".

Mikis prohibió que sus canciones se utilizaran en los mítines del PASOK (que recurrieron a Carmina Burana) y cerró la campaña para los comicios del 5 de noviembre con una gran fiesta-concierto en el estadio olímpico de Atenas. Sin embargo, en la campaña electoral que finalizó el domingo se mantuvo en el silencio, aunque era candidato y fue elegido diputado por Nueva Democracia.

Su antigua musa, Maria Faranduri, lo fue por el PASOK. Ambos están ahora a la greña, aunque la cantante sigue considerándole su padre espiritual y artístico. Otro símbolo universal de Grecia, la actriz Melina Mercouri, fue ministra durante los ocho años de Gobierno socialista.

Su nombramiento ha sido una sorpresa, ya que siempre ha dicho: "Primero, la música; luego, la política".

Probablemente encuentre un poco de tiempo para concluir dos proyectos singulares. El primero es la ópera Medea, el sueño de su vida, al que ha dedicado ya más de año y medio de trabajo. El segundo, encargado por Juan Antonio Samaranch, es una "sinfonía popular, mediterránea, al estilo de Zorba" para los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992. Mikis es, además, el principal impulsor de la candidadura de Atenas para los Juegos del centenario, en 1996.