Desaceleración
LA SUBIDA en el índice de precios al consumo durante el mes de marzo en un 0,4% -menor a la registrada en igual mes durante los tres años anteriores- muestra cierto grado de enfriamiento de la actividad económica; la desaceleración en el ritmo de reducción del paro (que disminuyó en 30.000 personas) es su consecuencia lógica. La disminución en tres décimas de la tasa interanual de inflación hasta situarse en un 7%, aunque buena, no da un gran respiro al Gobierno, que se ha marcado un IPC para este año (el 5,7'%) un tanto alejado de la realidad y discordante con gran parte de los convenios colectivos hasta ahora firmados.Los datos de marzo confirman que se va por el camino deseado, pero a paso más lento del deseable. Así, el descenso del 0,2% en los precios de los alimentos frescos no basta para hacer olvidar que la tasa anual de variación es del 8,8%, menor a la (le febrero, pero muy alta todavía si se tiene en cuenta además que aún hay que enfrentarse con un mes tradicionalmente muy alcista para estos productos como suele ser el de julio. La fuerte subida de los servicios, y muy especialmente, del turismo y la hostelería (1,2% en marzo), debe ser también motivo de reflexión para un sector que vive momentos de crisis.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y de los alimentos frescos y es tomada por los expertos como el más importante indicador, desciende ligeramente, lo que es alentador. A cambio de ello, se confirma la desaceleración en la creación de empleo. Los 30.000 parados menos de marzo contrastan con los 42.900 del mismo mes en 1989. En este sentido, febrero, con una disminución del desempleo con respecto a enero de 2.662 (cuando el año anterior bajó en más de 30.000), ya dio un aviso, y ahora marzo lo recuerda. La economía se enfría, y el empleo, también.
