La inesperada dimisión del 'superministro' portugués rompe la cohesión del Gobierno
El primer ministro portugués, Aníbal Cavaco Silva, que parecía haber salido fortalecido y con nuevos poderes del congreso nacional del Partido Socialdemócrata (PSD), enfrenta una crisis de Gobierno, y fundamentalmente de imagen, con la inesperada dimisión del superministro de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones, Oliverira Martins. El pretexto invocado por éste fue la elección, el domingo, de Alfredo Falcao Cunha, con quien está enfrentado, como secretario general del PSD, puesto de especial importancia en las próximas campañas electorales de 1991 al controlar el aparato del partido.
Los compromisarios conocieron, con sorpresa, la decisión de Cavaco Silva de designar para el cargo a un hombre con escaso currículo político, una militancia de apenas tres años en el PSD y secretario de estado en la cartera de Martins. Sin embargo, el Congreso del partido ratificó el nombramiento de Alfredo Falcao como solución Intermedia para neutralizar las rivalidades existentes entre los dos principales asesores de Cavaco SiIva en el Gobierno y en el partido: Fernando Nogueira y Dias Loureiro, pertenecientes a la nueva generación de socialdemócratas y con menos de 40 años de edad.
El cambio ministerial, no previsto, erosiona la imagen de cohesión de un Gobierno que pretende imponerse en las nuevas consultas electorales.
