Pekín desplaza tropas a Xinjiang para sofocar disturbios islámicos
El Gobierno chino ha desplazado una cantidad indeterminada de tropas a Xinjiang, región del noroeste de China cuya población es mayoritariamente musulmana, donde la semana pasada se produjeron violentos disturbios antichinos coincidiendo con el Ramadán, el mes de ayuno musulmán. Un grupo de viajeros suecos y fuentes diplomáticas occidentales dijeron que podrían haber muerto unas 50 personas durante los disturbios y a causa de la represión de los mismos, mientras los portavoces oficiales chinos declinaron hacer comentarios.Las tropas chinas empezaron a ser desplazadas por vía aérea a las ciudades de Kashgar, Hoton y Kuqa el viernes pasado. Fuentes oficiales de Kashgar dijeron ayer que la situación "se había normalizado", pero no quisieron referirse a los enfrentamientos registrados en días anteriores.
La mayoría de los 13,8 millones de habitantes de la región autónoma de Xinjiang, fronteriza con el Cáucaso soviético, es étnicamente turca y pertenece a la comunidad musulmana. Testimonios de viajeros procedentes de la zona hablaron de violentas manifestaciones y de grupos de personas armadas que recorrían las calles "en busca de chinos". Las comunicaciones terrestres con Xinjiang, que forma parte de la histórica ruta de la seda, han sido cortadas temporalmente a causa de "desprendimientos de tierras", según la explicación oficial facilitada en Pekín.
Antecedentes
Los disturbios de la semana pasada tienen un antecedente en los registrados en la misma zona en mayo del año pasado, cuando centenares de musulmanes asaltaron la sede del Partido Comunista en Uruinqi e hirieron a 150 miembros de las fuerzas del orden, según la versión oficial. Entonces los manifestantes protestaban por la publicación en Shanghai de una obra, posteriormente prohibida, titulada Costumbres sexuales, en la que, según los musulmanes, se proferían blasfemias contra el Corán y el Islam.El mes pasado, durante la reunión anual del Parlamento chino, los diputados de Xinjiang expresaron públicamente su preocupación por el "auge del separatismo" en su región. Uno de ellos, Mamutov Kurban, dijo concretamente que los disturbios ( ...) en que se ven implicadas ciertas minorías constituyen una grave amenaza para la región".
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