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El Ayuntamiento propone el cobro de anticipos a cuenta para acabar con el conflicto de la EMT

El alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sáhagún, ofreció ayer a los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) la posibilidad de que, una vez desconvocada la huelga, puedan pedir anticipos, lo que les permitiría cobrar este año a cuenta parte de la cantidad ofrecida para 1991. El Ayuntamiento tenía previsto hoy sacar a la calle 134 autobuses para cubrir los servicios mínimos, a pesar de la oposición de la Plataforma Sindical, que ayer mantuvo una reunión en el Consorcio de Transportes. Esta postura de los convocantes de la huelga puede impedir, al menos en las primeras horas, que funcionen los autobuses.

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134 autobuses

La Plataforma Sindical no aceptó ayer los servicios mínimos establecidos por el Consorcio y que deberían desembocar en la puesta en servicio gradual de 352 autobuses. El Ayuntamiento ha previsto para hoy sacar a la calle 134 autobuses, aunque esta intención queda en el aire ante la actitud contraria adoptada por la Plataforma. Sus representantes estuvieron reunidos hasta las diez de la noche de ayer con miembros de CC OO y UGT en la sede del Consorcio, aunque no llegaron a ningún acuerdo.Durante la mañana de ayer, los 3.000 trabajadores concentrados en. la calle de Pablo Luna, cerca de las cocheras de Fuencarral, fueron informados por Pablo Rodríguez-Peña, secretarlo y líder de la Plataforma Sindical, de que el conflicto está llegando a su fin, y que, por tanto, es hora de abordar la tercera fase de la huelga, que dura 22 días: cómo se sale de ella.

Tres soluciones

Según Rodríguez, las soluciones posibles en este momento son tres. La primera consistiría en admitir la imposición de unos servicios mínimos que se consideran abusivos y mantener la negociación, postura que la Plataforma rechaza. La segunda sería no respetar el decreto de mínimos y mantener la actual situación, postura con la que se mostraron identificados algunos grupos partidarios de una radicalización.

La tercera, la más idónea en opinión de Rodríguez-Peña, sería negociar los servicios mínimos, ampliar el plazo de 48 horas para aplicarlos, pedir un margen de 24 horas -hasta después de la asamblea de hoy- durante el que no habría sanciones ni despidos y reabrir la negociación del convenio, tomando como punto de partida el preacuerdo alcanzado entre Ayuntamiento y centrales sindicales. Los servicios mínimos previstos por el Ayuntamiento dependen en buena medida de la asamblea que los trabajadores celebren en la mañana de hoy.

Según Rodríguez-Peña, en este momento el conflicto está pendi.ente de que se logre un mejor reparto de los 1.500 millones ofrecidos por la empresa para que los trabajadores recuperen el nivel adquisitivo. En opinión de este sindicalista, podría bastar el traslado de una parte del dinero ofrecido para 1991 a este año, para convocar, con los restantes sindicatos, un referéndum entre los trabajadores y terminar la huelga.

A pesar de esta disposición, Rodríguez-Peña no desatendió a los grupos partidarios de seguir el conflicto. Criticó que la empresa hubiera fijado el mismo miércoles por la noche algunos servicios mínimos, lo que había provocado incidentes en las cochtías de Entrevías. "Si siguen así, se van a presenciar hechos nunca vistos en una huelga. Los ánimos no están para bromas. Si no se toman medidas aquí, esto es una guerra civil en pequeño. En caso de despidos puede haber gravísimos enfrentamientos ", advirtió.

Más que en el 14-D

Rodríguez-Peña califIcó de abusivos unos servicios mínimos que asignan a algunas líneas más autobuses de los que normalmente circulan. "En ningún momento hemos dicho que no hubiera servicios mínimos, pero normales, no abusivos. Por ejemplo, el 14-D salieron dos coches por línea", indicó. Preguntado sobre si había que hacer caso a los telegramas enviados a lo largo del día de ayer a los trabajadores afectados por los servicios mínimos, el representante de la Plataforma aseguró: "Hasta que mañana [por hoy] la asamblea, lo decida, no habrá ningún coche en la calle".

Respecto al tema del convenio, el Ayuntamiento de Madrid, a través del alcalde, Agustín Rodríguez Sahagún, hizo pública su nueva posición. El alcalde anunció que, una vez restablecida la normalidad, había solicitado a la EMT, de cuyo consejo de administración es presidente, que facilitara a los trabajadores "la posibilidad de obtener anticipos a cuenta que permitan paliar los problemas de economía familiar producidos por la larga huelga".

José Luis Garro, tercer teniente de alcalde, indicó que ello no suponía un traslado de la cantidad pactada para 1991 a este año, aunque reconoció que, de volverse al trabajo, los trabajadores, individualmente, podrían solicitar unos anticipos a cuenta sobre cantidades, incluso, previstas para 1991.

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