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UGT solicita un fuerte aumento de las deducciones para las rentas del trabajo en el nuevo IRPF

La amplia reforma fiscal anunciada, y que afectará principalmente al impuesto sobre la renta, amenaza con ser doblemente regresiva a juicio del sindicato UGT. El énfasis en los incentivos al ahorro y el mejor tratamiento de las plusvalías unido a la obligada reforma del IVA "está convirtiendo al IRPF en un impuesto cada vez menos progresivo y olvida que son las rentas del trabajo las peor tratadas por nuestro sistema fiscal". Como solución, UGT pondrá especial interés en la segunda fase de concertación para que aumenten las deducciones que las rentas del trabajo tienen en el IPRF.

UGT va a intentar que la reforma del impuesto sobre la renta no suponga una pérdida de progresividad del impuesto, una reducción de su capacidad recaudatoria, ni una mayor discriminación en contra de las rentas del trabajo de la que, afirman, existe en la actualidad. "Vamos a intentar", aseguran, "poner freno a la ola de liberalismo con que se está fraguando la reforma y que puede llevarnos a un sistema fiscal doblemente regresivo, que en el IRPF concentre los incentivos en la renta del capital, bajo el apelativo de ahorro, y que en el IVA reduzca el gravamen de los bienes de lujo a cambio de elevar la carga fiscal en los de consumo primario; todo ello unido a un mayor peso de los impuestos indirectos, que son más regresivos, y a un menor peso de los directos".

La central socialista se declara radicalmente contraria al sistema de división de rentas en la familia conocido como splitting, pues, aseguran, es el método más regresivo. Defenderán algún sistema de cociente familiar que no vaya en contra de las familias con un solo perceptor de renta, unido a un mejor tratamiento de los ingresos del trabajo.

Ahorro público

En concreto, UGT va a solicitar al Gobierno un fuerte aumento de la deducción en la base del IRPF como gastos de difícil justificación. Ahora esa deducción está en el 2% de los ingresos del trabajo íntegros y el sindicato propondrá que suban por encima del 10%, aunque con un tope máximo para que la deducción favorezca principalmente a las rentas más bajas.UGT también a proponer que se duplique o triplique la deducción en la cuota del IRPF por renta del trabajo, que ahora está en 23.000 pesetas.

Estas dos medidas, a juicio de UGT, sólo intentan equilibrar la actual discriminación impositiva en contra de las rentas del trabajo, que aportan el 75% de la recaudación del IRPF. Por contra, "si el clima favorable a las rentas del capital, disfrazado como el necesario ahorro para financiar la inversión, prospera corremos el peligro de convertir el impuesto sobre la renta en un impuesto sobre el gasto personal". UGT califica de muy regresiva esta hipotética transformación ya que "son las rentas más bajas las que tienen mayor propensión al consumo, y ya se les va a aumentar la carga fiscal con la armonización del IVA".

A juicio de UGT, es cierto que la economía española necesita más ahorro, pero no más ahorro privado sino más ahorro público. Argumentan, citando datos de la contabilidad nacional, que el peso del ahorro privado en el producto interior bruto (PIB) es más que suficiente para financiar la inversión privada, mientras que, al existir déficit, el ahorro público es negativo y no cubre, por tanto, la inversión pública.

El sindicato defiende así el mantenimiento de los actuales incentivos al ahorro privado, así como la capacidad recaudatoria del impuesto sobre la renta.

La central socialista se rnuestra escéptica ante las posbilidades de que triunfen sus tesis ya que, aseguran, "el frente de progreso para evitar una reforma contra los trabajadores no cuenta con el apoyo del Gobierno".

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