Macosa venderá al consorcio GEC-Alsthom el 30% que posee en su filial española

Cofir, entidad que acaba de tomar la gestión de Macosa, está dispuesta a limpiar a esta empresa de todos los activos que quedan fuera de sus planes, centrados básicamente en el área inmobiliaria. Macosa, en ese sentido, se desprenderá del 30% que tiene en GEC-Alsthom, sociedad que se creó a partir de sus activos ferroviarios. Asimismo venderá el 50% de Diagonal Mar, constituida con Kepro para urbanizar unos terrenos junto a la Villa Olímpica en Barcelona. Cofir ha encargado una auditoría para comprobar los estados financieros de Macosa aprobados por los anteriores gestores.

La sociedad inversora Cofir, controlada por el empresario italiano Carlo de Benedetti a través de Cerus y en la que también están presentes Grucycsa y BBV, tomará oficialmente la decisión de enajenar activos de Macosa en próximas fechas, después de plantearlo ante sus consejeros. De cualquier forma, sus responsables ya han determinado que algunos de los activos que han encontrado en Macosa no forman parte de su estrategia.Es el caso de la participación que tiene en GEC-Alsthom, empresa creada por estas dos firmas francesas para absorber los activos ferroviarios de Macosa que habían quedado integrados en la recién creada Meinfesa. El consorcio francés adquirió el 70%, mientras Macosa se quedó con el 30%. Entre las cláusulas del acuerdo existe una, con vigencia por cinco años, en la que se contempla la obligación de GEC-Alsthom de comprar ese 30% si Macosa se lo exige. La operación, según el contrato, se haría al valor patrimonial.

Cofir, precisamente, se acogerá a esa cláusula para dirigirse a GEC-Alsthom, que, por otra parte, no había recibido con demasiada satisfacción la entrada de la sociedad inversora en la empresa. La existencia de esa cláusula, que en definitiva impide que Cofir se lo venda a un compeditor, permitirá a GEC-Alsthom asumir el control total de la empresa ferroviaria antes de que pueda entrar cualquier otro socio no apetecido.

Asimismo, Cofir ha puesto enmarcha toda su maquinaria para buscar un comprador del 50% que posee Macosa en Diagonal Mar, empresa que se constituyó para gestionar el desarrollo inmobiliario de los terrenos que tenía la sociedad en el número 1 de la avenida Diagonal de Barcelona, junto a la Villa Olímpica. Antes de crearse Diagonal Mar, el entonces presidente de Macosa, Eduardo Santos, alcanzó un acuerdo para vender la mitad a Kepro, firma con la que opera en España la aseguradora estadounidense Kemper y en la que está presente Juan Miguel Villar Mir.

Según fuentes de Cofir, esta operación fue una de las premisas que respaldaron la posterior entrada de la entidad en Macosa. Estas fuentes han asegurado que no les interesa Diagonal Mar, ya que a pesar de que no desestiman los importantes beneficios que puede generar, éstos serán a largo plazo, lo que queda fuera de la filosofía de Cofir. Por ello, están dispuestos a vender la participación que mantienen. El comprador podría ser la propia Kepro u cualquiera otra sociedad.

Socios

Mientras tanto, Cofir, que tomó el control de Macosa tras comprar el 4,9% de su capital y recibir el mandato de gestión sobre otro 15,6% -este capital está en manos de sociedades extranjeras; principalmente depositarias, bajo la fórmula de apalancamiento- y, piensa aprobar una ampliación de capital que le permita ingresar los 5.000 millones de pesetas que debe al Banco Zaragozano. Esta cantidad fue facilitada por la entidad financiera controlada por Grucycsa a Macosa como crédito-puente para poder pagar el 24,9% de Sotogrande adquirido el pasado año al financiero Enrique Zóbel.

Financiera Sotogrande se convirtió, desde el principio, en el centro de interés de Cofir para abordar la operación de desembarco en Macosa. La primera actuación consistió en la entrada de consejeros en Macosa con el nombramiento de José Ramón Álvarez Rendueles como presidente, de Alberto Cortina como vicepresidente, y de los consejeros Juan Llopart (consejero-delegado de Cofir), Alain Minc (calificado como la mano derecha de De Benedetti), Pedro Fontana y Luis Romero.

Su toma de posesión fue notificada por un notario contratado por Cofir, según han asegurado fuentes de esta firma. La aparición de este notario sorprendió a los consejeros salientes y se interpretó como un desacuerdo entre las partes. Sin embargo, las fuentes de Cofir consultadas han manifestado que simplemente fue para notificar el cambio.

Después de los relevos en Macosa, se produjeron los cambios en el consejo de Sotogrande, en el que asumió la presidencia Alberto Alcocer. Este reparto de poderes entre los Albertos es el reflejo claro de que para sus nuevos proyectos industriales tendrán en Macosa y Sotogrande dos bases claves.

El aterrizaje en Macosa, de cualquier forma, ha generado alguna incertidumbre a posteriori. Los nuevos responsables decidieron, tras recibir el balance provisional aprobado por el consejo saliente, encargar una auditoría para comprobar las cifras. El resultado definitivo será imprescindible para cerrar el acuerdo de compra-venta.