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¡Bienvenido, 'mister' Samaranch!

Maragall prepara minuciosamente la visita del COI a Barcelona 92

Esta vez, el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y sus hombres en el Comité Organizador Olímpico Barcelona 92 (COOB) han preparado a conciencia el recibimiento a la comisión de control del Comité Olímpico Internacional (COI), que mañana inicia su sexta visita a la ciudad. Las últimas semanas han estado jalonadas por una batería de inauguraciones, primeras piedras y firmas de convenios relacionados con Barcelona 92, cuyo plato fuerte fue servido el pasado viernes con la creación de la comisión delegada del Gobierno para los JJ OO.

Pero esta estudiada operación no sólo pretende deslumbrar a los jerarcas del COI y lograr que su presidente, Juan Antonio Samaranch, se pronuncie favorablemente sobre la organización barcelonesa, sino también desterrar definitivamente el pesimismo generado por el fiasco de la inauguración del estadio de Montjuic. Todo ello, en la antesala de la que se adivina larga y dura lucha por la alcaldía de Barcelona, que se pondrá en juego en la primavera de 1991.La estructura ejecutiva del COOB ha ofrecido durante las últimas semanas, como nunca antes lo había hecho, una arrolladora imagen de maquinaria en pleno rendimiento. En marzo se han colocado las primeras piedras de las villas olímpicas de Banyoles y de Vall d'Hebron, de las instalaciones olímpicas de béisbol de I'Hospitalet de Llobregat y de la torre de telecomunicaciones de Collserola.

Se ha decidido también dónde se celebrarán los dos únicos deportes que todavía no tenían sede en Barcelona 92 (boxeo y badminton), el primer edificio de la Villa Olímpica de Poblenou ha visto cubrir sus aguas y se han firmado sendos convenios con el Español y el Valencia para la utilización de sus estadios durante los JJ OO. Muchas obras, entre ellas las de las piscinas olímpicas de Montjuic, han sido adjudicadas, y los olímpicos barceloneses han comparecido ante un centenar de embajadores extranjeros para explicarles la marcha del proyecto olímpico.

Comisión delegada

El viernes, tan sólo tres días antes de la llegada a Barcelona del COI, el Consejo de Ministros decidía la constitución de una comisión delegada del Gobierno para los JJ OO, que será presidida por Felipe González e integrada por los ministros cuyos departamentos están vinculados a Barcelona 92. El rango de comisión delegada -el más alto de los administrativamente posibles- se ha entendido en la organización olímpica como un definitivo espaldarazo para abordar los problemas pendientes con el impulso necesario.Y escasas horas después de esta decisión gubernamental, Maragall y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, reanudaban sus relaciones, que se encontraban en quiebra total desde hacía casi dos años, con una entrevista personal con los JJ OO como telón de fondo. La febril actividad olímpica de Maragall y sus hombres en estas semanas ha prestado un especial cuidado a las relaciones con Samaranch. El alcalde de Barcelona ha despachado personalmente con el presidente del COI al menos tres veces en el mes de marzo, una en Lausana -ciudad suiza donde el COI tiene su sede- y otras dos en el domicilio barcelonés de Samaranch. Y ha tenido la visión política de pedir al presidente del COI que transmita una imagen más positiva de Barcelona 92, después de muchos meses en los que Samaranch ha insistido en su "preocupación" acerca del estado de la organización barcelonesa. Maragall y el COOB están convencidos de que ha llegado el momento para mejorar sus relaciones con Samaranch -a menudo tensas- entre otras razones por la proximidad de la cita de 1992.

La creación de la comisión delegada del Gobierno para los JJ OO, por otra parte, parece haber descartado definitivamente el nombramiento de un superejecutivo en el COOB para asegurar un mayor control del Estado sobre Barcelona 92, posibilidad siempre denostada por Maragall y ante la cual él y sus hombres siempre han cerrado filas.

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