Dirigentes del PRI mexicano piden su democratización

Un grupo de dirigentes intermedios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha presentado a la opinión pública un documento en el que se exige la rápida democratización del partido que ha gobernado México en los últimos 60 años. Este hecho sin precedentes ha puesto de relieve la lucha política a la que este país se enfrenta para conseguir la eliminación de lo que el propio presidente Carlos Salinas denomina "un régimen de partido prácticamente único".El anacronismo del régimen mexicano, sustentado en un partido-Gobierno que ocupa casi todos los poderes del país, ha quedado más en evidencia después de los sucesos ocurridos en Europa del Este y, sobre todo, tras las elecciones de Nicaragua. Los sandinistas habían confesado varias veces en privado sus intencicines de convertir a su partido en una copia del PRI mexicano.

En su toma de posesión hace 15 meses Salinas prometió transparencia electoral y democracia plena. Hasta ahora, sin embargo, concentrado en los problemas económicos y en la consecución de un acuerdo sobre la deuda externa, Salinas no ha obtenido avances sustanciosos en materia política, a excepción del reconocimiento de la victoria de la oposición en las elecciones de gobernador de Baja California y en las principales alcaldías de Michoacán.

En otros Estados las elecciones locales celebradas han desatado polémica y dudas sobre la limpieza de los procesos, y en algunos, como es el caso de Guerrero, esto ha provocado violencia política que ha costado la vida a más de una docena de personas.

Fuentes cercanas al Gobierno consideran que gran parte de la culpa del retraso en el calendario de la transición democrática la tienen la "política destructiva" del Partido de la Revolución Democrática (PRD), de Cuauhtémoc Cárdenas, y "la resistencia de los dirigentes estatales" del PRI.

Una quincena de subsecretarios y directores del partido en el poder, todos ellos miembros del comité nacional, han advertido en un documento hecho público el pasado jueves que "sólo mediante la adopción de reformas profundas se podrá detener el descrédito en el que ha caído el partido".

Este sector, que refleja, según observadores locales, el clima de intranquilidad que reina en el interior del PRI, demandó una "nueva ética política" y la aprobaclón de "cambios de fondo y de forma", tanto para la renovación del partido como para la consecución de "procesos auténticamente democráticos" en todo el país.