La huelga de trabajadores de prisiones provoca conatos de motines e incidentes generalizados

El seguimiento masivo de la huelga de 24 horas de funcionarios de prisiones, en protesta por el asesinato del trabajador de la prisión de Martutene Angel Mota y en demanda de mayores medidas de seguridad, provocó durante el día de ayer conatos de motines, protestas generalizadas y diversos incidentes protagonizados por internos en las 83 cárceles españolas. La policía desalojó a los funcionarios que realizaban asambleas y a los que se encontraban concentrados ante las cárceles intentando impedir el acceso a los trabajadores interinos.

Los agentes antidisturbios intentaron controlar la situación en el interior. donde los reclusos protagonizaron duras protestas, entre ellas la quema de celdas, colchones y enseres personales y el aporreo y la rotura de barrotes, según fuentes de los sindicatos mayoritarios. Las cárceles donde se produjeron el mayor número de disturbios fueron las de Carabanchel y Yeserías en Madrid, Cáceres-2, Basauri (Bilbao), Daroca (Zaragoza), el Salto del Negro (Las Palmas), La Coruña, Córdoba, Zamora y Castellón. Efectivos policiales tuvieron que intervenir asimismo en el interior de los centros penitenciarios de Almería, Murcia, Vigo (Pontevedra), Martutene (Guipúzcoa), Huesca, Ávila, Albacete y Ciudad Real.En las cárceles de El Salto del Negro y Cáceres-2 algunos internos lograron subir a los tejados, mientras otros perforaban los muros de las celdas para comunicarse entre sí. En Cáceres-2 se vivieron momentos de gran tensión ante la actitud de cinco jóvenes reclusos, tres de los cuales se hicieron fuertes en sus celdas. Anoche, la policía abortó un nuevo conato de motín en esta prisión, cuando una veintena de presos consiguió llegar al patio.

Unos 75 presos de la cárcel de alta seguridad de Daroca se amotinaron durante más de ocho horas. El incidente, que provocó pérdidas de varios cientos de millones de pesetas, fue controlado en la madrugada de ayer, informa Javier Ortega. El motín se inició alrededor de las ocho de la tarde del miércoles. Los amotinados causaron destrozos en el mobiliario de la cárcel. Miembros de la Guardia Civil y algunos presos resultaron contusionados.

El momento más grave se vivió en el módulo 2 de Daroca por la actuación violenta, con barras de hierro, pinchos y otros objetos contundentes, de un grupo de 20 reclusos, entre ellos dos etarras. Fuentes de los funcionarios han cuestionado la tardanza en sofocar el motín, pues, en su opinión, transcurrieron varias horas desde la primera subida al tejado hasta que se intervino, alrededor de las once de la noche del miércoles.

Carabanchel

En la cárcel de Carabanchel varios reclusos incendiaron al mediodía diversos enseres en el patio de talleres. Los internos quemaron colchones en las celdas y aporrearon los barrotes durante varias horas. Los sindicatos calificaron la situación en esta prisión de "auténtico motín y rebelión". En la prisión provincial de La Coruña varios reclusos incendiaron dos celdas y se produjo un conato de revuelta, sobre las diez de la mañana, que fue controlado posteriormente por la policía.En la prisión de Córdoba, unos 150 reclusos se amotinaron sobre las cinco de la tarde de ayer y asaltaron la enfermería, donde se apropiaron de diversos fármacos y tranquilizantes, informa . En Castellón, a última hora de la tarde, unos 160 presos asaltaron el economato.

Internos de la prisión El Puerto (Cádiz) patearon las puertas de sus celdas durante la mañana de ayer en acción de protesta por no poder salir al patio del centro debido a la huelga de funcionarios, informa Antonio Yélamo.

La convocatoria de huelga de los sindicatos tuvo un seguimiento prácticamente absoluto entre los 12.000 funcionarios, según reconoció la propia Dirección General de Instituciones Penitenciarias, informa Efe. En algunas cárceles, la policía tuvo que desalojar a los funcionarios que realizaban encierros. Los de Ocaña y Alcalá-Meco se declararon anoche en huelga indefinida. Por otro lado, el juez de vigilancia penitenciaria de Alcalá-Meco 2 ordenó a los funcionarios en prácticas abandonar su tarea en el interior de la prisión ante la acumulación de trabajo, informa Europa Press. En varias cárceles, la Cruz Roja, Guardia Civil, Protección Civil y los propios mandos se encargaron de servir la comida a los internos ante la negativa de los funcionarios a cumplir los servicios mínimos.