El Gobierno estudia hoy un aumento del 11,4% en el precio de las llamadas telefónicas urbanas

La comisión delegada del Gobierno para asuntos económicos acordó ayer una subida media de las tarifas telefónicas del 7,3% para este año. Las llamadas urbanas pasarán de las actuales 3,50 pesetas por cada tres minutos a 3,90 pesetas, lo que supone un incremento del 11,43%. Las llamadas interurbanas subirán un 7%, en tanto que las internacionales no registrarán ningún incremento, al igual que los servicios de transmisión de datos. La cuota de conexión pasará de las 11.000 pesetas actuales a 21.000 pesetas, mientras que la cuota de abono mensual subirá de 920 a 1.000 pesetas.

Esta propuesta constituye el penúltimo eslabón en el proceso administrativo de discusiones sobre los precios del teléfono para 1990. La última palabra la dará hoy el Consejo de Ministros, según señalaron ayer medios oficiales poco después de la reunión mantenida por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos.La subida que será debatida por el Gobierno constituye un punto de inflexión en la tendencia de las tarifas telefónicas durante la última década. De hecho, ésta es la primera vez (que los precios del teléfono van a subir por encima del índice de precios al consumo (IPC) previsto, que está fijado en el 5, 7%. No obstante, la subida media del 7,3% tampoco es muy significativa a efectos del IPC, en cuya elaboración tiene un gran peso específico el precio de la tarifa urbana, que sube en este caso un 11,43%.

Las llamadas urbanas constituyen, en suma, el principal caballo de batalla en la estrategia tarifaria de Telefónica, cuyos objetivos se enfrentan un año sí y otro también con la política macroeconómica del Gobierno. En esta ocasión, la publicación del IPC de febrero, situado en un 0,6%, ha supuesto un serio revés en las aspiraciones de la compañía, hasta el punto de que el acuerdo de la Comisión Delegada representa un pequeño paso atrás en relación a la propuesta emitida esta misma semana por la Junta Superior de Precios, que fijaba el importe de las llamadas urbanas en 4,00 pesetas. Por contra el Ministerio de Transportes había solicitado una subida hasta 3,80 pesetas. La Comisión Delegada ha buscado una solución salomónica, zanjando la cuestión con un precio de 3,90 pesetas.

Para compensar este incremento, las llamadas interurbanas subirán un 7%, mientras que las conferencias internacionales no serán alteradas. De esta forma, Telefónica dará un paso adelante en su programa de reestructuración de tarifas que tiene por objeto la consolidación de la posición competitiva de la compañía ante el proceso de liberalización de las telecomunicaciones.

No en vano, con las actuales tarifas -muy bajas las urbanas y demasiado altas las internacionales- Telefónica corre el riesgo de verse abocada a una competencia temible de empresas extranjeras que coparán los tráficos de larga distancia, donde la rentabilidad es mucho mayor, dejando a la empresa española sola ante el peligro en los tráficos de corta distancia, cuya incidencia en los ingresos totales es sólo del 20%. Pese a la subida de este año, la realidad es que el coste de la llamada urbana es actualmente para Telefónica de 9,00 pesetas por cada tres minutos de comunicación.

Cuota de conexión

Otra de las claves de los nuevos precios del teléfono para 1990 va a ser el incremento de la denominada cuota de conexión que, si prospera el acuerdo de la Comisión Delegada, implica una subida de 11.000 a 21.000 pesetas. Éste será, pues, el precio por la instalación del telefóno, lo que, lógicamente, reducirá drásticamente la demanda que desde hace años está poniendo en evidencia la capacidad efectiva de la compañía para atender el servicio. Por otra parte, la cuota de abono que se paga todos los meses con independencia de la utilización del teléfono subirá hasta las 1.000 pesetas frente a las 920 pesetas actuales, lo que representa un incremento del 8,7%.La subida media de tarifas del 7,3% representará un incremento de 50.000 millones en los ingresos por operaciones de Telefónica para el presente ejercicio, lo que ayudará también a financiar el plan de inversiones de la compañía que en este ejercicio alcanza una cifra de 660.000 millones de pesetas en números redondos.