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Los marineros secuestrados en Mozambique fueron liberados sin contrapartidas

Los cuatro marineros españoles secuestrados por la guerrilla mozambiqueña Renamo durante cuatro meses comentaron ayer a su llegada a Madrid por vía aérea que habían sido bien tratados por los guerrilleros y que pasaron la mayor parte del tiempo en un campamento situado en plena selva. Los marineros, con visibles síntomas de cansancio tras el largo cautiverio y 37 horas de viaje, se dirigieron ayer mismo por la tarde a Santiago de Compostela, donde les esperaban sus familiares.

Fuentes de la Oficina de Información Diplomática (OID) negaron que la liberación fuera fruto de algún tipo de contrapartida y señalaron que la organización guerrillera pretendía tan sólo "publicidad" con el secuestro. En las reiteradas conversaciones, previas a la liberación, han colaborado de forma "decisiva" miembros de los gobiernos de Portugal, Kenia y Malaui, ya que los contactos de la Renamo con la Administración española nunca fueron directos, según la OID.Los cuatro hombres, que hoy cumplirían el cuarto mes de cautiverio, señalaron que habían pasado miedo en algunos momentos, que nunca habían hablado de política con sus secuestradores y que las únicas noticias sobre sus familias las habían recibido a través de los miembros de la Renamo. Dos de los secuestrados padecieron paludismo. A su llegada a Madrid, fueron atendidos por un médico en el mismo aeropuerto.

Los cuatro marineros gallegos -Manuel Rivas Grandal, Felipe Hermoso Seoane, José Manuel Alonso y José Luis Pedrosafueron capturados el pasado 10 de noviembre junto con el capitán del barco, Augusto García Núñez, y un cocinero mozambiqueño, tras encallar el remolcador Cauderan en un paraje de la costa de Mozambique llamado Maganja da Costa. Posteriormente, el capitán y el cocinero fueron liberados; el primero porque una aguda cojera le impedía caminar por la selva al ritmo de los demás.

Caminar durante un mes

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Los marineros relataron que el cautiverio transcurrió en plena selva, en un campamento pequeño al que llegaron tras caminar durante cerca de un mes. El alimento básico durante el secuestro se centró en frutas, verduras y arroz. Los secuestrados trataron de pasar el tiempo "lo más entretenidos posible" y para ello se construyeron una baraja que pintaron con productos naturales.

Para José Luis Pedrosa, el mayor deseo fue "ver a la mujer y los hijos". "A veces tenía miedo de no volver a ver a la familia". Los marineros fueron recogidos en Malaui por el subdirector de la OID, Joaquín Pérez Villanueva, quien manifestó ayer que los cuatro hombres habían pasado una experiencia realmente dura". A los secuestrados se les anuncié su liberación en la noche del pasado domingo, y tuvieron que andar dos días hasta llegar al punto de encuentro, en la frontera con Malaui. Pérez Villanueva hizo hincapié en la colaboración prestada por dos funcionarios portugueses, que acompañaron a los enviados de la OID al país africano.

Familiares de los cuatro marineros secuestrados esperaban desde hace diez días su liberación, informa Xosé Hermida. "Éste ha sido el peor momento de los últimos meses, porque sabíamos que los iban a soltar, pero la liberación tardaba en producirse", dijo un portavoz.

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