El avance radical

LAS ELECCIONES a los Parlamentos y a los órganos del poder local en las repúblicas de Rusia, Ucrania y Bielorrusia han dado unos resultados cuyo significado político es clarísimo: han triunfado los reformistas radicales, los sectores que critican a Gorbachov desde la izquierda porque consideran que no lleva a cabo la perestroika con el, ritmo y energía que hace falta. El caso más llamativo es sin duda el de Boris Eltsin, que en la ciudad de SverdIov ha obtenido un 85% de los votos cuando se enfrentaba a un número particularmente elevado de candidatos. Fenómenos semejantes se han dado en numerosas ciudades de las tres repúblicas. No cabe duda de que las consecuencias de estas elecciones van a influir en las futuras etapas políticas de la URSS, y concretamente en el congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) previsto para la primavera, y en el que éste debe cambiar profundamente su carácter para adaptarse a un sistema pluralista basado en la soberanía de las urnas y en el parlamentarismo. Los efectos de estas elecciones serán decisivos para el destino de la reforma precisamente porque implican la renovación de los soviets locales en los distintos niveles. El sabotaje por parte del aparato comunista a muchas de las leyes tendentes a fomentar nuevas formas de economía, las cooperativas, los arriendos, las empresas 1,lamiliares, se ha realizado en gran parte en los niveles locales. En ellos siguen dominando los burócratas del partido, afincados en sus privilegios. Las elecciones, del pasado domingo ofrecían una ocasión excepcional para poder desmontar esos reductos conservadores.Rusia, Ucrania y Bielorrusia representan el 70% de la población de la URSS. Para el porvenir de la Unión Soviética es decisivo saber hasta qué punto crecen en ella tendencias nacionalistas y concretamente si surgen amenazas para los vínculos existentes entre las citadas repúblicas eslavas. Las elecciones indican que el movimiento nacionalista ucraniano Ruk tiene una fuerza apreciable. Sin embargo, no parece que por ahora represente un peligro de secesión semejante al de Lituania, donde el nuevo Parlamento tiene una mayoría aplastante - 116 sobre un total de 141 -de diputados independentistas. Es probable que el proyecto de Gorbachov de una nueva federación que asegure a cada república una independencia real sea capaz de dar satisfacción a las demandas del nacionalismo ucraniano. En todo caso es un tema decisivo para el futuro de la perestroika.

A la luz de los resultados electorales es obvio que Gorbachov tendrá que escuchar con más atención las demandas del sector radical, que le critica de manera muy dura por su indecisión ante los conservadores y por su personalismo. La URSS está en vísperas de dar un paso histórico hacia un sistema político de tipo presidencialista. Ese avance significará marginar al PCUS. Gorbachov podrá gobernar sin estar sometido a la hipoteca del Politburó. Es un peldaño importante hacia un sistema de gobierno de carácter democrático, si bien en la concentración excesiva de poderes en manos de una sola persona subyace siempre un peligro, como remarcan los diputados radicales.