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UNA NUEVA EUROPA

Tres repúblicas soviéticas eligen Parlamentos plurales

Pilar Bonet

Las repúblicas soviéticas de Rusia, Bielorrusia y Ucranía celebraron ayer elecciones parlamentarias y municipales, con la concurrencia de candidatos apoyados por distintas coaliciones, consideradas partidos embrionarios. Indicios de la victoria de los reformistas radicales en Leningrado y Moscú se atisbaban a primera hora de hoy, en extrapolaciones no oficiales realizadas cuando no había acabado el recuento oficial de los votos. Las elecciones en las tres repúblicas de la Unión Soviética se celebraron con una participación mayor de lo que permitía auspiciar la apatía registrada en la campaña electoral.

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En Leningrado, cuatro candidatos apoyados por el Bloque de las Elecciones Democráticas 1990 habían asegurado aparentemente su elección, según informaciones facilitadas por la periodista Elena Zilinskaia, basándose en el recuento de 25 distritos -de un total de 34- para el Parlamento ruso. Una extrapolación de los datos obtenidos al cierre de esta edición indicaba, según Zilinsikaia, que el 80% de los candidatos demócratas pasaban al segundo turno curiosamente en pareja, es decir en pares enfrentados entre sí, lo que asegura prácticamente la victoria del Bloque de las Elecciones Democráticas.-También en Moscú el bloque de Rusia Democrática ha apoyado a candidatos que competían entre sí. Las listas de recomendados han servido de orientación a muchos ciudadanos desbordados por la enorme cantidad de contendientes. Entre los cuatro leningradenses que parecen tener asegurados el escaño está una periodista del programa televisivo La Quinta Rueda y el director del diario Smena. En Moscú, informaciones no confirmadas indicaban grandes posibilidades para un presentador del programa televisivo Vsgliad y el obrero Valeri Koroliov, apodado el Walesa soviético.

En la República Federativa Rusa, incluida Moscú, a las 4 de la tarde había votado más de la mitad del electorado y en algunos distritos hasta un 70% y un 80%, según datos de la Comisión Central Electoral Rusa. En Ucrania, la participación a mediodía era de un 52,9% y en Bielorrusia rondaba asimismo la mitad del electorado. En Rusia, votaban más de 100 millones de personas para elegir no sólo el Parlamento ruso, sino, como en Bielorrusia y Ucrania, también los consejes (soviets) municipales, de distrito y de región. El Parlamento ruso, con una estructura bicameral semejante a la del Soviet Supremo de la URSS, estará formado por 1.068 diputados.

Para estos puestos concurrían cerca de 7.000 pretendientes, según informaba ayer Tass. Para los 450 escaños del Parlamento ucraniano se presentaban cerca de 3.000 candidatos. Por primera vez participaban en las elecciones grupos que son ya embriones de partidos. El partido comunista, como tal, no ha presentado candidatos, pero el 86% de quienes concurren en Rusia están afiliados a él. Tras depositar su voto, Egor Ligachov, miembro del Politburó, manifestó haber estudiado durante una hora y media las biografías de los candidatos. Por su parte, Gorbachov dijo haber pedido consejo para orientarse.Voto de Eitsin

Boris Eltsin, el político radical que se presenta por Sverdlovsk, votó por la mañana en Moscú. Muchos quisieran verle de presidente de Rusia, si es que se crea esa estructura a semejanza del régimen presidencial que se quiere introducir en la URSS.

El porcentaje de comunistas que puedan resultar elegidos tiene poca importancia, cuando el partido se encuentra dividido en varias corrientes. Gorbachov dijo ayer que no veía causas profundas para una escisión en el partido. En vísperas de las elecciones, el diario Pravda publicó el programa de Plataforma Democrática, el grupo interno formado en el PCUS. Gorbachov dijo ayer discrepar con esta plataforma sobre la posibilidad de mantener fracciones.

En vísperas de las elecciones se ha producido una importante división en las fuerzas radicales, que por primera vez comienzan a mostrar la existencia de una corriente de carácter socialdemócrata otra de carácter liberal. Tal división se ha reflejado en un incidente protagonizado por la economista Larisa Piasheva, candidata a diputado de Rusia, y el diputado Ilia Zaslavski. Zaslavski defiende la introducción de cartillas de racionamiento en los barrios de Moscú. Piasheva, que, según asegura, sería liberal en un país europeo y conservadora en EE UU, ha hecho una parodia de lo que tal medida significaría, con la descripción de una capital convertida prácticamente en un conjunto de feudos separados por calles.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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