Las 'supercuentas' se multiplican ante la reducción del coeficiente de caja

La pelea por lograr captar el pasivo bancario que está dispuesto a cambiar de institución financiera por una mayor remuneración conoce en estos días un nuevo agravamiento ante la cercanía de la reducción del coeficiente de caja de bancos y cajas de ahorro. Si el primero que dio el paso adelante en esta pelea dentro de los grandes bancos fue el Santander, Banesto le ha seguido a partir del momento en que los nuevos depósitos captados no estarán sujetos a un coeficiente de caja del 17%, sino tan sólo del 5%.

El resto de las grandes entidades reconocen que estudian en estos días qué hacer y cuál puede ser la mejor fórmula que les perjudique lo menos posible. "Nos hemos metido en el España es diferente", señalaba hace unos días el presidente de uno de los bancos medianos al comentar la guerra que parece que se ha desatado entre las grandes instituciones.La publicación en el Boletín Oficialdel Estado de la orden ministerial por la que se reduce el coeficiente de caja del 17% actual de los pasivos computables hasta el 5% -con un máximo legal del 7%- ha significado la segunda fase de la pelea iniciada en septiembre del año pasado cuando el Banco Santander decidió poner en marcha la cuenta de alta remuneración.

La reducción del coeficiente de caja, en la medida en que reduce en un punto el coste de todos los coeficientes, permite una mayor remuneración a los pasivos bancarios. Esta fue la razón por la que el Santander decidió elevar del 11,5% al 12,5% el pago a los depósitos. El Banco Exterior de España anunció poco tiempo después su decisión de sumarse a la pelea por la captación del pasivo -sin cantidades mínimas exentas de remuneración pero con una rentabilidad global menor-; Banesto ha sido el tercer gran banco en anunciar, mediante una campaña de publicidad, que también se une a las entidades que pelean por aumentar su cuota de mercado.

Las características de cada una de las supercuentas es distinta y el rendimiento interno depende tanto del tipo de interés que se ofrece como de la cantidad mínima por la que no se remunera a los clientes, como por los cobros de servicios que se incorporan a las cuentas. Todo ello sin olvidar el saldo medio que se tenga. En la comparación entre el producto ofrecido por el Santander y Banesto, sale mejor para el cliente tener saldos en el Santander inferiores a cinco millones de pesetas y en Banesto para cantidades superiores. Banesto no remunera una cantidad inicial mayor que el Santander y, a partir de cierto saldo, eleva la rentabilidad. Todo ello sin tener en cuenta que el pago de intereses en el caso del Santander es mensual y en Banesto es trimestral -lo que rebaja el rendimiento acumulado de los intereses- y que el número de apuntes gratuitos es menor en el banco presidido por Mario Conde que en el de Emilio Botín.

Otros bancos han optado por aumentar la competencia mediante el ofrecimiento de altas rentabilidades en depósitos a muy corto plazo que, sin ser cuentas corrientes, permiten obtener elevados rendimientos por las puntas de tesorería.