Dirigentes del PSOE dicen que el partido "necesita renovarse y abrirse a sectores de la izquierda"

Dirigentes del PSOE aseguraron ayer en Barcelona, durante la presentación del Programa 2000, que el partido "necesita una renovación interna" que incluya "abrirse a sectores de la izquierda". Este inesperado tono crítico no sólo fue planteado por la tarde en Barcelona, sino que horas antes ya se distribuyó a los medios de comunicación un texto con unas "declaraciones de Manuel Escudero" en las que se recogían opiniones nada complacientes con la situación del socialismo español. Esas opiniones estaban, además, subrayadas en el texto remitido por la oficina del Programa 2000.

Manuel Escudero, coordinador del programa -a cuyo frente está el vicepresidente Alfonso Guerra-, compareció en conferencia de prensa con el ministro de Educación, Javier Solana; el primer secretario de los socialistas catalanes, Raimon Obiols, y el ex dirigente comunista Enrique Curiel, y advirtió que los puntos de vista que iba a expresar podrían causar sorpresa, incluso en algunos de los miembros de la mesa. El ministro Solana afirmó, en contestación a una pregunta: "No sólo comparto las críticas, sino que he colaborado activamente en su formulación".Para Escudero el socialismo se encuentra, tras ocho años en el Gobierno, "en una encrucijada. Y si bien en algunas áreas ha dado muestras de que puede renovarse, no deben cegarnos los éxitos, porque en otras necesita sacudirse una cierta esclerosis". Sin embargo, "hay socialistas recelosos ante las opiones discrepantes y temen que la apertura ponga en peligro su estatus".

Escudero centró sus críticas en dos aspectos de la política del Gobierno, la económica y la de medio ambiente: "Los sucesivos ministros han prestado excesiva atención a tan sólo una escuela de expertos, la que prima la política monetaria y las magnitudes macroeconómicas como forma de intervención". Frente a ella, el Programa 2000 propone "toda una serie de micropolíticas destinadas a mejorar la oferta productiva española" y permitir un crecimiento del empleo por encima del actual 2% anual.

Particularmente duro fue Escudero con la política sobre medio ambiente. "Es urgente firmar un pacto ecológico que afronte los problemas de medio ambiente. Para ello es preciso crear una autoridad única, que esté por encima de los intereses de los diversos ministerios. Pero ciertos sectores de la Administración no quieren una autoridad superior. Y sin ella, no hay ninguna garantía de que entre la eficiencia económica y la ecología, no gane la primera".

Un engorro costoso

Otro gran reto que el PSOE debe abordar, según Escudero, es el de la participación política. "Aunque se han dado pasos importantes, el socialismo se encuentra dividido en este punto. Hay socialistas e incluso cuadros dirigentes que la consideran un engorro costoso o una ingenuidad innecesaria. Pero si aceptan el programa 2.000, esto también tendrá que cambiar". Escudero advirtió que también existe el riesgo de que el debate sobre el programa quede reducido a una lectura "retórica y abstracta" en lugar de una "que transforme la realidad".

Frente a la tentación de replegarse sobre sí mismo, "ante la presión de una opinión pública mayoritariamente antisocialista", Escudero invitó al PSOE a abrirse a "variados sectores de la izquierda" y, en particular, a ecologistas, feministas, cristianos e intelectuales. El socialismo democrático debe,ser "la casa común de toda la izquierda" y el PSOE un "partido pluralista".

Solana admitió que el ejercicio continuado del poder conlleva el riesgo de "apoltronarse y perder frescura intelectual", pero negó que eso le haya ocurrido al Gobierno y aseguró que, tras haber logrado de nuevo el respaldo mayoritario de la población, el PSOE tiene fuerza suficiente para emprender la renovación.