El déficit corriente creció el 11%

El déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente en el pasado mes de enero superó los 759 millones de dólares, con un crecimiento ligeramente inferior al 11 % sobre el mismo mes del año anterior, según los datos del registro de caja elaborados por el Banco de España. Las cifras del último mes, señalaban fuentes del banco emisor, deben compararse no solo con el mismo período de hace un año sino también con los correspondientes al trimestre más inmediato para poder empezar a vislumbrar si la economía española se está desacelerando. El déficit por cuenta corriente de enero, fue un 50% menos que en la media del último trimestre de 1989.Algo similar ocurre con las cifras correspondientes al desequilibrio comercial. El valor de las importaciones en ese mes ascendió a 6.875 millones de dólares, frente a 4.943 millones de hace un año, lo que representa un incremento del 39%. Las exportaciones durante el primer mes del año fueron de 4.704 millones de dólares (con un aumento del 32%). El déficit comercial, 2.171 millones de dólares, fue un 55% superior al de enero de 1989, pero un 11 % menos que la media de los tres últimos meses del ejercicio pasado, momento a partir del que se espera que las medidas de enfriamiento económico deberían empezar a dejar sentir sus efectos.

Los datos de comercio exterior, facilitados por la Dirección General de Aduanas, no son tan positivos ya que el déficit comercial en enero superó los 264.000 millones de pesetas, con un crecimiento del 65% sobre el año anterior. La tasa de cobertura se situó por debajo del 62%, con una caída de nueve puntos respecto a enero de 1989. El valor de las exportaciones, según Aduanas, fue de 427.332 millones de pesetas -con un crecimiento del 9,2%-, mientras que las importaciones totalizaron 692.181 millones de pesetas, con un aumento del 25,5%.

Por primera vez en muchos meses, el superávit de la balanza de servicios creció por encima del 40%, tanto por mayores ingresos por turismo en este mes que en enero de 1989, como por el crecimiento de las rentas públicas. El saldo neto por actividades turísticas aumentó un 8% en dólares, y un 3% en pesetas.

La balanza de capitales a largo plazo, por el contrario, registró un saldo negativo de 106 millones de dólares, mientros que en el pasado ejercicio había sido positivo por casi 1.000 millones de dólares. Esta diferencia es consecuencia de una disminución de los saldos en inversiones extranjeras y en créditos exteriores por las medidas adoptadas en el pasado verano por las autoridades económicas.

Los créditos exteriores, comparados con el mismo mes del año anterior, descienden porque en este año sigue vigente la obligatoriedad de hacer un depósito previo por el equivalente al 30% del crédito nuevo que se quiera conseguir mientras que hace un año este requisito no existía. Las inversiones extranjeras presentan un saldo positivo de 123 millones de dólares, frente a 756 millones de un año antes por la venta de títulos públicos -especialmente letras del Tesoro- en poder de no residentes ya que el resto de la inversión, directa y en inmuebles, sigue registrando elevadas tasas de crecimiento. Los problemas fiscales y la prohibición para que los no residentes realicen algunas operaciones financieras con deuda pública han provocado estas ventas.

Por último, las variaciones del capital a corto plazo, el que tiene un carácter más especulativo, han seguido mostrando saldos negativos, como venía ocurriendo en los últimos meses del año anterior. El capital a corto plazo extranjero presenta un saldo negativo de 174 millones de dólares -un año antes la posición era de una entrada de 743 millones de dólares- al tiempo que la variación en el saldo de pesetas convertibles también se aceleró negativamente.