Lo que cuesta hablar

Algo tan español como hablar por hablar para matar el tiempo, las tertulias, han proliferado en el último año en las televisiones públicas y privadas de nuestro país. Se trate de la "recuperación de una costumbre nacional", como dice Jesús Hermida, o de un subproducto del debate", como lo califica Alejandro G. Lavilla, director del programa Metrópolis, el hecho es que temas y contertulios aparecen una y otra vez en todas las cadenas. Sin embargo no todos son iguales: méritos aparte, Camilo José Cela cobra 150.000 pesetas por cada aparición en A mi manera, y Emilio Romero percibe igual cantidad por su participación semanal lo martes por la noche en la tertulia de TVE-2, Primera plana.

Jesús Hermida reconoce que por la tertulia de A mi manera han desfilado desde su estreno más de 160 personas. Salvo en el caso del premio Nobel, los demás cobran 45.000 pesetas por su asistencia de forma que "quien más veces viene, más cobra", según Hermida. Sin embargo, asegura el director de A mi manera, no todos aceptan el dinero, y explica que a Cela, "que fija él mismo cuándo acude", se le subió recientemente la cantidad a 150.000 pesetas por decisión del programa.La tertulia en A mi manera tiene una duración aproximada de 30 minutos y asisten unas cuatro personas de media. "No se trata de conversar sobre una cuestión concreta o política, sino de recuperar el sentido original de la tertulia española", dice Hermida, que apunta que "esta moda pasará con el tiempo".

En las tertulias de La Noche dedicadas cada día a un tema y puestas en marcha cuando Pilar Miró era directora general de RTVE, "los contertulios fijos, excepto Emilio Romero, cobran 50.000 pesetas", afirma Diego Carcedo, director de Informativos de TVE.

Cubrir gastos

Antena 3 Televisión, cuya programación se apoya fundamentalmente en los coloquios y debates, hay dos tertulias en sentido estricto: La tarántula, que dirige Antonio Herrero, y La tertulia, que modera Miguel Angel García Juez.La primera es claramente política y cuenta con la participación fija de Santiago Carrillo, Ernest Lluch y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. Antonio Herrero afirma que buscó "tres personajes de reconocida solvencia intelectual para que la conversación no fuese superficial" y que los tres "cobran lo mismo: una cantidad simbólica para cubrir los gastos de transporte".

Por su parte, Miguel Ángel García Juez, cuya tertulia se emite simultáneamente por radio, la concibe como "un entretenimiento absolutamente desenfádado".

En ella participan diariamente Carlos Pumares, Luis Carandell, Luis Ángel de la Viuda, que pertenecen a Antena 3 Televisión y perciben "una colaboración aún no determínada", y un día a la semana Gerardo Iglesias, Arturo Fernández, Alfonso Ortuflo, Amando de Miguel y Alberto de la Hera, que reciben "una asignación aunque por el momento nadie haya firmado un contrato, acorde a los precios de mercadq", según García Juez.

El éxito de este tipo de programas en la radio, su informalidad, que a veces permite la calumnia y el rumor, y lo barato de su producción ha provocado que hoy en día las pantallas españolas estén saturadas de voces y caras que discuten y ríen sobre lo trascendental y lo efímero. Basta añadir a los programas citados todos aquellos espacios de entrevistas, debates y variedades que degeneran en tertulia.