La muerte es irreversible
¿Deben de ser alimentados los presos de los GRAPO contra su voluntad?, ¿se les ha de privar del derecho a decidir sobre su propia vida? o, más drásticamente, ¿debemos dejarles morir?Sinceramente, no lo sé. Muchos argumentos se han esgrimido a favor y en contra de la alimentación forzosa y, a pesar de ello, no consigo tener una opiníón formada sobre el asunto.
Sin embargo, si tuviese que decidir -como lo hacen hoy los jueces-, no podría optar, ante la duda, más que por aquella de las soluciones aparentemente menos perjudicial o, si se quiere, por el bien tenido por más preciado: la
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vida. La muerte es irreversible. Si la elegimos y nos equivoca mos, no hay vuelta atrás. Una equivocación en favor de la vida tiene siempre, sin embargo, solu ción posible: es claro, si vivo, siempre puedo morir, pero si muero, ya no tengo ninguna posi bilidad de vivir.
Reduciendo lo dicho a palabras seguro egoístas, y también duras y terribles: "Yo les salvo la vida hoy y me lavo las manos; lo que hagan mañana no me importa"-
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