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Comunistas y anarquistas ya pueden entrar en EE UU

¿Qué tienen en común Gabriel García Márquez, lan Smith y Yassir Arafat? Nada, excepto que hasta esta semana no podían entrar en EE UU. Sus nombres estaban en una lista de personas prohibidas por una ley de 1952, aprobada en plena histeria de persecución contra la izquierda, que negaba la entrada en este país a comunistas, anarquistas y a todos los partidiarios de gobiernos totalitarios de uno y otro signo.A partir de ayer, una parte de esa ley ha sido eliminada por una decisión del presidente George Bush incoporada a su autorización de gastos del Departamento de Estado para el corriente año fiscal.

Según ha revelado un informe hecho público por la comisión de asuntos exteriores del Senado, entre las personas cuya entrada en Estados Unidos había sido prohibida en el pasado se encuentran los premios nobel García Márquez y Pablo Neruda, el actor Yves Montand -en su etapa de pertenencia al partido comunista francés-, los novelistas Graham Greene, Carlos Fuentes y Doris Lessing, la viuda del presidente Salvador Allende -Hortensia Bussi-, el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, Yassir Arafat y el ex-primer ministro de Rhodesia, lan Smith.

El senador demócrata por Nueva York, Daniel Moynihan, expresó su satisfacción por la decisión de Bush y manifestó que "durante más de una generación, estas cláusulas miserables hacían aparecer a Estados Unidos ante el mundo como una nación de ciudadanos temerosos, alelados e intimidados".

Moynihan expresó su esperanza de que en la lista de extranjeros prohibidos elaborada por el departamento de Estado se supriman inmediatamente aquellas personas que figuran por sus ideas o asociaciones políticas.

La pasada semana, funcionarios de inmigración norteamericanos impidieron el viaje de un líder sindical canadiense, James Hunter, que intentaba dirigirse a Florida para participar en una reunión de la federación internacional de transporte. La causa: su nombre apareció en la computadora por haber pertenecido en su juventud a la sección juvenil del partido comunista canadiense. Irónicamente, Hunter, que ha realizado más de 50 viajes a Estados Unidos sin ninguna dificultad, se entrevistó con Bush el pasado noviembre en una audiencia concedida por el presidente norteamericano a la delegación sindical que viajaba con el líder de Solidaridad, Lech Walesa.

El incidente provocó una serie de protestas por parte de las organizaciones sindicales canadienses y norteamericanas. Al día siguiente el servicio de inmigración pidió disculpas a Hunter.

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