El PP denuncia la compra de una finca en La Coruña un día antes de que el Ayuntamiento anunciase su permuta
El Ayuntamiento de La Coruña aprobó ayer en un pleno una operación de permuta por la que obtiene 112.000 metros cuadrados de terreno para uso universitario a cambio de dos parcelas que suman unos 2.600 metros cuadrados más 50 millones de pesetas en metálico. El portavoz municipal del Partido Popular, Augusto César Lendoiro, había denunciado que las parcelas se habían permutado a la empresa Udra, que había adquirido la finca tan sólo un día antes de que se anunciara el cierre de la operación.
Aniceto Núñez, conselleiro de Educación del Gobierno autónomo socialista, había sido hasta su nombramiento socio fundador y miembro del Consejo de Administración de Udra, SA, con sede en Pontevedra. La empresa obtendría con la edificación de ambas parcelas unos beneficios de más de 2.500 millones de pesetas, según estimaciones de Lendoiro, que ayer calificó la operación de "permuta previamente pactada, a la sevillana".La finca, de 112.000 metros cuadrados, calificada para uso universitario desde 1984, perteneció a Certiberia-Cros hasta que fue adquirida por Prima Inmobiliaria, SA, controlada por el grupo KIO, junto con el resto de las instalaciones resultantes de la fusión entre Explosivos Río Tinto y Cros.
Prima vendió la finca el 29 de noviembre pasado a Proinsur, SA, con sede en Sevilla, por 385 millones de pesetas. Udra la obtuvo el pasado 1 de febrero por 555 millones. Al día siguiente, el alcalde coruñés, Francisco Vázquez, anunciaba en conferencia de prensa el cierre de la operación "después de varios meses de negociación".
Abandono de los populares
En el pleno extraordinario e ayer, que abandonaron los concejales populares al no serles concedido un turno de réplica suplementario, el alcalde justificó la operación de permuta por la necesidad de dotar de terrenos para campus sin carga alguna para el erario municipal a la recién creada universidad de La Coruña, desgajada de la de Santiago por la Consejería de Educación, una de las que obtuvo Coalición Galega en el anterior Gobierno.Asimismo, los portavoces del gobierno municipal socialista resaltaron que las negociaciones se habían realizado con Udra y no con los anteriores propietarios porque el Ayuntamiento exigía que los terrenos estuviesen libres de cargas y gravámenes (sobre la finca existía una hipoteca de 385 millones de pesetas). Igualmente desmintieron las acusaciones del portavoz popular de que los informes periciales -coincidentes con los realizados por la inmobiliaria una semana antes- infravalorasen las parcelas propias y sobrevalorasen la finca, aduciendo que se habían hecho con tablas fijas. Fuentes del ayuntamiento estimaron los futuros beneficios de Udra en 300 millones de pesetas.
Tasación muy baja
Lendoiro aseguró que una de las parcelas, que, paradójicamente, fue cedida años antes a la Consejería de Educación, había sido tasada en 160.000 pesetas el metro cuadrado, cuando dos años antes, por otra anexa, se había pagado en subasta 215.000 pesetas el metro cuadrado.Asimismo, la otra parcela (curiosamente denominada Blanqueo, por estar dedicada tradicionalmente a blanquear la ropa al sol) se tasó en 175.000 pesetas el metro cuadrado, cuando en subasta se obtendrían 400.000. "Eso es un robo a la ciudad", afirmó, "y su honor como alcalde está en juego, se lo aviso".
A todo esto, los vecinos de la parroquia de San Vicente de Elviña a quienes les fueron expropiados los terrenos en 1963 para uso industrial con un precio de entre 60 y 90 pesetas el metro cuadrado, estudian entablar esta semana una reclamación legal para que las propiedades reviertan en su favor, al haber cambiado de uso.
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