Las encuestas auguran una nueva mayoría absoluta a los liberales japoneses

Los japoneses volverán a poner su maxim confianza en los liberales como motor político, de los noventa en las elecciones legislativas que hoy se celebran en su país. Así al menos lo indican los últimos sondeos electorales publicados hasta ayer, que aseguran que el partido gobernante conseguirá mantener la mayoría absoluta en la Cámara baja de la Dieta, pese a que la oposición socialista obtenga uno de los mejores resultados de su historia.

Un total de 90,5 millones de electores están convocados a las urnas para elegir a los 512 parlamentarios que componen la Cámara baja parlamentaria.En la última legislatura, los liberales contaban con 295 escaños; 83 los socialistas; 54 el partido budista Komeito; 26 los comunistas; 25 los socialdemócratas; 4 el partido unido socialdemócrata y el resto eran independientes.

Las encuestas afirman que el partido gobernante conseguirá entre 259 y 285 diputados, los socialistas, entre 116 y 135, y que los demás grupos disminuirán su fuerza, configurándose más; un mapa político marcadamente bipartidista.

Muchos políticos y analistas han hablado precisamente de que estas elecciones pueden ser las últimas en las que tomen parte los partidos menores y que los resultados de hoy harán más patente la probabilidad de un próximo realineamiento de fuerzas.

El partido liberal no va a repetir el arrollador triunfo que consiguió en los, comicios generales de 1986, pero tampoco la humillante derrota que sufrió el pasado julio en las elecciones parciales a la Cámara alta, donde por vez primera perdió la mayoría absoluta que ininterrumpidamente tenía desde que fue fundado en 1955. Todo ello puede redundar en beneficio del actual primer ministro, Toshiki Kaifú, y hacer que su permanencia al frente del Gobierno se prolongue al menos hasta el otoño. Dos de los barones del partido, el ex primer ministro Noboru Takeshita y su cuñado Shin Kariemaru, han apalabrado el cargo al ex secretario general y antiguo ministro de Exteriores Shintaro Abe, aquejado de una grave enfermedad.

Los, japoneses parecen decididos a perdonar a sus gobernantes por los abusos cometidos a raíz del caso Recruit, el famoso escándalo político financiero de compraventa de acciones, y se han resignado, por otra parte, a aceptar el impuesto del 3% al consumo que tantas protestas despertó cuando entró en vigor hace ya casi un año. No obstante, este asunto ha estado en la boca de todos los líderes políticos durante la campaña y la oposición insiste en que tiene que ser abolido. El Gobierno ha prometido que será revisado.

El liderazgo de Dol

El previsible ascenso de los socialistas va a reforzar sin duda el prestigio personal de su popular presidente, Takako Doi, la primera mujer en la historia japonesa que dirige un partido. Pero muchos comentaristas dudan de la capacidad de liderazgo de Do¡, al no haber conseguido poner de acuerdo a las demás fuerzas de oposición para crear una plataforma común de alternativa al Gobierno liberal.Los partidos centristas siguen viendo el programa de los socialistas demasiado radical en temas de seguridad militar, energía nuclear y política exterior, pese a las muchas concesiones que Doi hizo el pasado septiembre con respecto al tratado con Estados Unidos y el futuro de las fuerzas de autodefensa, como se denomina el ejército.

El Gobierno ha querido incorporar en estas elecciones el impacto de lo ocurrido en el Este europeo, al subrayar que los electores deben decidir con el voto entre liberalismo y socialismo.