El alcalde de Tauste dice que un arma militar pudo matar al pastor en el campo de tiro

Víctor Angoy, alcalde de Tauste (Zaragoza), localidad donde residía Jesús Usán, que fue hallado muerto el domingo por la mañana en el campo de tiro que hay a 25 kilómetros del pueblo, afirmó ayer: "La bala pudo ser disparada, y esto hay que decirlo, por un arma militar". Angoy recordó que en ocasiones anteriores "ha habido enfrentamientos entre militares y ganaderos".

El alcalde no descarta ninguna hipótesis pero, en los razonamientos que ofrece, la posibilidad de que la víctima fuera alcanzada por el disparo de un cazador no adquiere mucha consistencia y se declara impaciente ante la resolución del caso, "porque el pueblo está nervioso", y no le cuadra la versión del cazador. La admite, pero también la de que el disparo procediera de "los cuatreros que por las noches entran a robar ganado". Le preocupa que no se quiera decir nada tras la autopsia, que los días pasen y el silencio sirva para alimentar filtraciones y rumores, "como la de la bala de un rifle 308, que no es nada común entre los cazadores y que su munición es muy parecida a la de un Cetme".

Las diligencias del caso no se llevan en Tauste porque el campo de tiro pertenece al término de Zaragoza. Ni el juzgado ni la Guardia Civil de esta localidad agrícola-ganadera de 7.200 habitantes dicen, por tanto, nada.

No había luna llena

Es el alcalde el que comenta los hechos: "Es muy difícil aceptar la posibilidad del cazador por una razón. El hecho se produjo entre el sábado a mediodía, que fue cuando el padre de Jesús le llevó comida, y el domingo muy de mañana, cuando le encontró muerto"."Difícilmente", prosigue Angoy , un cazador va a un campo de tiro cuando hay ejercicios militares, como ocurrió el sábado, porque está oyendo los disparos aunque sean a muchos kilómetros de distancia. Por la noche, es verdad que también se caza, pero nunca andando, sino a la espera, y para eso hace falta además luna llena, que no había. Y al día siguiente, si se lo encontraron muerto a las ocho de la mañana, tampoco nadie puede estar cazando antes el jabalí. Vas sumando datos y te encuentras con que a este chico le llevaban dos días persiguiendo los militares para sacarle del campo de tiro, le sacan el viernes, vuelve el sábado y entonces no hay que descartar la posibilidad de que la patrulla le volviera a detectar y que se produjera un enfrentamiento".