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El Parlamento Europeo declara la 'guerra' a la Comisión comunitaria

El Parlamento Europeo, deseoso de aumentar su poder, ha declarado la guerra a la Comisión Europea, a la que acusa de hacer el vacío a la Cámara. La política social de la Comunidad Europea y la reforma institucional que se avecina para dar cabida a la unión monetaria son los desencadenantes de una tensión larvada desde hace meses.

Un informe confidencial señala la preocupación de la comisión por el deterioro de las relaciones y por las "tácticas de freno o bloqueo del procedimiento legislativo" a las que recurren los eurodiputados. La moción de censura contra el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, presentada por el Grupo Técnico de Derechas Europeas, que encabeza el ultra francés Jean-Marie Le Pen, es un reflejo -"oportunista", según varios eurodiputados socialistas- del clima que se vive en el Parlamento Europeo.La iniciativa no tiene ninguna posibilidad de prosperar en el de bate del próximo miércoles, pero ese mismo recurso ha sido tanteado por los grupos mayoritarios, democristiano y socialista.

El pasado 17 de enero, en una borrascosa reunión interna, el Grupo Socialista se opuso por mayoría a la presentación de la moción de censura contra Delors, defendida por el presidente de grupo, el francés Jean-Pierre Cot, apoyado por el grueso de los laboristas británicos. Desde entonces pareció pactarse una tregua, cuyo alcance podrá calibrarse en las sesiones del martes y el miércoles sobre el programa de la Comisión Europea para 1990 y el desarrollo de la Carta Social.

La política social

La política social actúa para socialistas y comunistas de punta de lanza en el conflicto, pero la base del descontento es más amplia y a ella se suman democristianos y liberales. Teóricamente, las tres cuartas partes de la Cámara. La moción de censura es una de las escasas competencias del Parlamento, nunca ejercitada en la historia de la CE. Ahora se ajusta a la táctica de Cot de "golpear a la comisión para alcanzar al Consejo de Ministros de la Comunidad", el auténtico núcleo del poder.

El Parlamento ha hecho de "la necesidad de mayores competencias para corregir el déficit democrático de la CE" el eje de su programa para conquistar protagonismo legislativo. Acusa a la comisión de pactar con el Consejo de Ministros acuerdos que redundan en su marginación. Teme que en la reforma de los tratados para la unión monetaria, y acaso la unidad política que dé pie a un Gobierno europeo, el Parlamento sea una vez más el convidado de piedra de la Comunidad. Ésta es una guerra de posiciones de cara a la conferencia intergubernamental que decidirá el nuevo papel de cada institución.

La tregua alcanzada hace un mes entre socialistas y Delors para evitar la escalada de la tensión tendrá su efecto práctico con la aprobación de los dictámenes sobre cooperación económica y monetaria. Estas dos medidas constituyen la pieza maestra de la primera fase de la unión monetaria que comienza el 1 de julio. Desde diciembre, los eurodiputados las tenían en el dique seco.

Un informe confidencial afirma que existe "una atmósfera de tensión entre las instituciones que merece la atención de la comisión". El Parlamento es consciente de la insuficiencia de sus propios poderes y "el nuevo deseo de independencia se ha traducido en una actitud crítica hacia la comisión".

Por otra parte, una delegación del Soviet Supremo de la URSS, encabezada por Valentin Faline, jefe del departamento internacional del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), visita por primera vez una institución de la Comunidad Europea. La delegación soviética llega hoy a Estrasburgo para asistir a la sesión plenaria del Parlamento. La estancia coincidirá con el debate de ratificación del acuerdo de cooperación económica firmado el pasado mes de diciembre entre la CE y la URSS.

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