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Leguina quiere dar dinamismo interno al PSOE con un gran debate sobre los problemas de Madrid

El presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, está promoviendo en la Federación Socialista Madrileña, de la que es secretario general, un debate para buscar soluciones a los problemas de Madrid ante el año 2000 y que sirva para atraer a personas de izquierda que no militan en el PSOE ni quieren ingresar en el partido. De ese modo, Leguina pretende crear una plataforma de reflexión y convivencia política que, además de servir para elaborar propuestas útiles para un programa electoral, contribuya a conectar más al PSOE con la sociedad y a oxigenar el partido.

Desde hace un mes y medio, el líder de la FSM ha acudido a cuatro agrupaciones para explicar su proyecto, que tiene una cierta similitud con el Programa 2000, promovido por Alfonso Guerra para esbozar una respuesta socialista a los previsibles problemas de la sociedad española en la próxima década. Leguina cuenta con la colaboración de varios redactores del Programa 2000, pero sobre todo quiere conseguir la participación del más amplio colectivo posible de profesionales de izquierda cuyas ideas pueden tener plasmación en la Comunidad de Madrid.El documento político que servirá de convocatoria y orientación fue debatido ayer por la comisión ejecutiva de la Federación Socialista Madrileña. El propósito de los dirigentes de la FSM es crear cuatro comisiones de trabajo que encaucen los debates y las sugerencias que quienes, sin necesidad de pertenecer al PSOE, estén dispuestos a aportar sus opiniones.

Dos grupos de trabajo se especializarán, por una parte, en los problemas de comunicaciones y, por otra, en los relacionados con la sanidad, el urbanismo y Hacienda, entre otros. Las otras dos comisiones estarán dedicadas a estrategia y a la movilización interna de la militancia socialista.

Conexión con la sociedad

Esta labor de discusión, a lo largo de muchos meses, favorecerá, en opinión de observadores socialistas, una mayor conexión con "la sociedad civil progresista" que puede contribuir a corregir algunos de los errores de funcionamiento, y comportamiento, del PSOE. Leguina manifestó recientemente en una conferencia en el Club Siglo XXI que ciertas desvirtuaciones de la democracia interna en el PSOE pueden ser erradicadas con la presión de esa sociedad civil socialista.Tanto Joaquín Leguina como algunos otros dirigentes socialistas han defendido en varias ocasiones la conveniencia de descentralizar el poder acumulado en muy pocos dirigentes del PSOE. Incluso algunos de ellos han reconocido en conversaciones privadas la necesidad de poner término al temor que en ocasiones suscita el poderoso vicesecretario general del partido, Alfonso Guerra. Un temor que ha influido en que ningún miembro relevante del PSOE denunciase hace meses el comportamiento de Juan Guerra.

En Andalucía, la cercanía de las elecciones autonómicas y la incógnita sobre el candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía han paralizado cualquier intento del sector del partido más cercano a José Rodríguez de la Borbolla, actual presidente andaluz, de provocar un debate sobre la gestión de los guerristas, que controlan la ejecutiva regional, informa .

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No obstante, en el PSOE de Cádiz, un sector del partido, ligado a Rodríguez de la Borbolla, ha solicitado la dimisión del actual secretario provincial y primer secretario del Congreso de los Diputados, Ramón Vargas-Machuca, al que acusan de ejercer una "política sectaria". El enfrentamiento abierto entre guerristas y borbollistas en esta provincia, provocada por una cadena de ceses en la Diputación de Cádiz, no se enmarca, según fuentes socialistas, "en una estrategia global". Las mismas fuentes añaden que la situación actual que vive el PSOE andaluz no invita "a meterse en ninguna aventura".

Los socialistas andaluces tenían prácticamente decidido en el mes de octubre pasado designar a Leocadio Marín como su candidato, en sustitución de Rodríguez de la Borbolla. El hecho de que aquél facilitara a Juan Guerra su primer despacho oficial cuando fue delegado del Gobierno en Andalucía, han acrecentado las dudas del PSOE.

En la Comunidad Valenciana, las repercusiones internas del caso Juan Guerra se han visto agravadas por un problema similar de ámbito regional. Lerma ha afrontado un notable desgaste por las revelaciones de un intenso tráfico de influencias entre sectores inmobiliarios y algunos miembros del PSPV-PSOE, según informa Miguel Ángel Villena. El próximo comité nacional del partido, previsto para el día 17 de febrero, puede convertirse en un enconado enfrentamiento entre los partidarios de Lerma y del aparato oficial y los sectores críticos seguidores de Rafael Blasco, cesado el 28 de diciembre pasado como conseller de Obras Públicas.

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