Médicos de Zaragoza reiteran su deseo de no atender a los 'grapo'

Los médicos que atienden a los presos de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) Olegario Sánchez Corrales y Francisco Cela Seoane, internados en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, han anunciado que recurrirán ante la Audiencia Nacional solicitando libertad para no tratar, por motivos deontológicos, a dichos pacientes. En opinión de uno de estos facultativos, José Luis Casado Martínez, el juez de vigilancia penitenciaria de Zaragoza, Ramón Vilar, no desestimó su derecho a la objeción de conciencia, tal como ellos habían solicitado. "Simplemente dijo que no estaba capacitado para decidir sobre dicho caso y que la objeción no está claramente regulada". El juez trasladó la decisión a la dirección del hospital.

Por otra parte, los tres presos de los GRAPO internados en hospitales de Zaragoza a consecuencia de la huelga de hambre que mantiene medio centenar de reclusos de esta organización desde el pasado 30 de noviembre, seguían ayer en estado de gravedad. Olegario Sánchez experimentó un empeoramiento, aunque mantenía "sus constantes vitales en un severo y permanente enlentecimiento".

Entretanto, la dirección del Hospital General de Sevilla se negó ayer a facilitar cualquier información sobre el estado de salud del preso de los GRAPO Francisco Brotons Beneyto, internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del citado Hospital, en un grave estado de desnutrición como consecuencia de la huelga de hambre que mantiene desde el pasado día 7 de diciembre, informa Juan Méndez.

Tanto el doctor Galindo, responsable médico del Hospital en el día de ayer, como el jefe de guardia de la Unidad de Cuidados Intensivos, se negaron a informar sobre la salud de Brotons Beneyto, que según los últimos partes clínicos facilitados por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, "mantenía su negativa a ser nutrido, y sólo recibe por vía intravenosa suero salino más cloruro potásico".