El Banco de España se muestra contrario a que unos bancos compren límite de créditos a otros

El Banco de España no autorizará que unas entidades financieras adquieran a otras parte de su capacidad de crecimiento del crédito concedido a empresas y particulares como fórmula de eludir la limitación del 10% impuesta para el conjunto del ejercicio actual. Algunas entidades, principalmente aquellas sociedades pequeñas y medianas que necesitan abordar planes de expansión, se han dirigido de manera informal a la autoridad monetaria sondeando la posibilidad de que se admitiera esa nueva vía. La contestación ha sido negativa. Estas prácticas se utilizaron en otros países en coyunturas similares.

La decisión de las autoridades económicas de limitar el volumen de crédito nuevo que las instituciones financieras pueden conceder al sector privado de la economía a un 10% del volumen teórico al que podían cerrar el 31 de diciembre pasado ha provocado tensiones en algunas entidades, que han puesto en marcha en los dos últimos años fuertes planes de expansión y apertura de nuevas sucursales que deberían ir acompañados de un mayor volumen de actividad para conseguir que las nuevas inversiones entraran en rentabilidad.La alternativa buscada por algunas de estas entidades ha sido dirigirse al Banco de España sondeando la posibilidad de que se aceptara que unas entidades pudieran adquirir parte del crecimiento permitido para otras que en ningún caso fueran a cumplirlo.

De hecho, cuando en el segundo semestre del año pasado se impusieron límites cuantitativos al crecimiento del crédito al sector privado, algunas entidades no tuvieron problemas para adaptarse a las decisiones de las autoridades económicas, mientras que otras redujeron de forma notable su proceso de expansión y, a pesar de ello, terminaron el ejercicio con un crecimiento de la inversión crediticia superior al 17% fijado.

Nuevo límite

Para el año actual, el Banco de España estableció un nuevo límite: el 10% de aumento sobre el nivel teórico máximo que hubiera podido alcanzar cada institución financiera por separado.Ello significa que algunos bancos podrán crecer en torno al 15% sobre el volumen de cierre del ejercicio, mientras que otros tendrán que ajustar su tasa de crecimiento por debajo del 10%, porque superaron el 17% en 1989.

Estas últimas entidades sobre todo son las que, a la luz de algunas consideraciones oficiosas de las autoridades monetarias, estudiaron la posibilidad de cerrar acuerdos con otros bancos para hacerse con el exceso de crédito que no vayan a cumplir. El Banco de España, que en un principio estudió esta posibilidad, acabó eliminándola, por considerar que existían más inconvenientes que ventajas.

El mayor de los inconvenientes se refería a la decisión de las autoridades de reducir de forma drástica el volumen de crédito concedido en la primera parte del año. El ajuste del crecimiento del crédito será más severo en el primer trimestre que en el segundo y que en el resto del año.

El Banco de España considera que en el primer semestre es cuando más hay que forzar la máquina de reducción de la tasa de aumento del crédito, y se señala en el banco emisor que "la mejor manera de conseguir alcanzar estos objetivos inmediatos y los del año en su conjunto es no permitir que la capacidad de aumento de crédito que no sea utilizada por una entidad en concreto pueda serlo por otra que esté más necesitada".

También advierte el Banco de España que "admitir posibles intercambios sobre el volumen de crédito entre entidades sería ayudar a consolidar actuaciones no deseadas por las propias autoridades, como el establecimiento permanente de techos al crecimiento del crédito al sector privado". La medida, añaden, "es excepcional, aunque se vaya a prolongar durante 18 meses cuando en un principio se pensó que no debería llegar a durar un año, y como tal debe considerarse. Aceptar intercambios sería poner los ladrillos necesarios para construir una casa en la que las restricciones cuantitativas serían consideradas básicas", terminaron.