España equipara la relación institucional con Portugal a la que tiene con Francia
España tendrá con Portugal la misma intensa relación institucional que mantiene con Francia, y a las cumbres anuales que celebran sus jefes de Gobierno se añadirán ahora seminarios interministeriales también anuales, para impulsar políticas sectoriales. A este acuerdo llegaron el presidente español, Felipe González, y su homólogo luso, Aníbal Cavaco Silva, al término de su cuarto encuentro, que se desarrolló ayer y el viernes entre el parador nacional de Carmona y los Reales Alcázares de Sevilla.
"No resisto la tentación de decir", afirmo González en la conferencia de prensa conjunta con la que concluyó la cumbre, "que nuestras relaciones han experimentado un extraordinario cambio cualitativo y cuantitativo", que se pondrá también de manifiesto con la próxima supresión de un puesto fronterizo entre ambos países. Con esa experiencia, tendente a agilizar el cruce de la frontera, España y Portugal", añadió, "mostrarán su disposición a anticipar bilateralmente las consecuencias del 92", cuando desaparezcan los confines internos entre los doce.El acuerdo de principio alcanzado, que no fija fecha ni precisa el puesto que será suprimido, es mucho más modesto de lo que hubiese deseado la parte española, que hace ya nueve meses llegó a un compromiso similar con Francia, que, en contra de lo anunciado, no va a ser puesto en práctica por ahora. "Que nadie se crea que va a ser mañana cuando se supriman las fronteras", precisó Cavaco Silva, temeroso, aparentemente, de que si se precipita su desmantelamiento se potencie la fuga de capitales lusos a España.
La experiencia simbólica consistirá en inspirarse en el ejemplo dado por los países del Benelux para que peatones y atomovilistas crucen un determinado puesto fronterizo sin detenerse para que su documentación y equipaje sean registrados, aunque este control podrá ser llevado a cabo por muestreo en una franja de escasos kilómetros de profundidad a ambos lados del confin.
Cooperación policial
Este tipo de medidas requiere, por muy modestas que sean, un incremento de la cooperación policial para intentar evitar que, por ejemplo, el contrabando y el tráfico de drogas se beneficien de ellas. De ahí que los ministros del Interior de ambos países y los gobernadores civiles de las provincias fronterizas vayan a reunirse en Bayona el 5 y el 6 de abril.La celebración de seminarios interministeriales anuales obedece también al deseo de coordinar mejor la actuación de ambos países en el seno de una Comunidad Europea cuyos miembros más septentrionales se sienten atraídos por el deshielo del Este. Aunque resaltaron la necesidad de ser vigilantes, ambos jefes de Gobierno desmintieron que la situación sea "dramática", según dijo González, para un flanco sur de Europa que puede correr el riesgo de ser cada vez más periférico.
El presidente español recalcó que, en contra de lo pronosticado por algunos expertos, las inversiones de la República Federal de Alemania hacía la península Ibérica "se están intensificando en los últimos meses, en las últimas semanas". Su huésped portugués añadió a renglón seguido que a ninguno de los dos se le había "pasado por la cabeza que la Comunidad Europea no cumpla sus compromisos en materia decohesión (solidaridad)" con sus Estados meridionales, que son miembros de pleno derecho, mientras los de Europa oriental son terceros países.
Las relaciones económicas, ya de por sí en pleno auge, se verán aún más potenciadas por la autorización dada a un segundo banco español para operar plenamente en Portugal y por el estudio en común por los ministerios de Industria de una "solución eficaz" para conectar la red de gas portuguesa a la española por un lugar que convenga a ambas partes.
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