UGT crea la figura del 'afiliado adherido' para captar jóvenes que buscan el primer empleo
La central UGT va a crear la figura del afiliado adherido pensada para incorporar al sindicato a los estudiantes universitarios y jóvenes en busca del primer empleo que por no ser trabajadores no pueden inscribirse como militantes de pleno derecho. El tema se debatirá en su próximo congreso, que, según Redondo, se desarrollará sin problemas, pese a las injerencias del PSOE. Si las presiones continúan, la central pedirá explicaciones a la dirección del partido socialista.
Los dirigentes del sindicato creen que el incremento de la afiliación será uno de los puntos que centren los debates del 35º Congreso, que tendrá lugar desde el 11 al 15 de abril. El máximo responsable de UGT, Nicolás Redondo, prevé que la convención va a servir para fortalecer la organización y no le preocupan los problemas surgidos tres meses antes. En su opinión, las injerencias del PSOE denunciadas ante el comité confederal ugetista no responden a una estrategia organizada y Redondo sospecha que "responden a una cierta inercia y a la falta de reciclaje de algunas personas". De todas formas si las presiones siguen, la UGT se dirigirá a la dirección del PSOE para pedir explicaciones. No está previsto que en el congreso se discuta la relación de autonomía entre la central y el partido socialista porque, según Redondo, "es un debate teológico superado". El secretario general y su central quieren llevarse bien con todos los partidos y en especial con el PSOE, pero eso va a depender de su política social".
El propósito es huir de lo que Redondo denomina "temas fundamentalistas" y centrar los trabajos en fortalecer la organización. Al congreso asistirán 800 delegados en representación de 960.421 afiliados, 150.000 más que en el celebrado hace cuatro años. Para incrementar la militancia se quiere abrir el sindicato a los jóvenes creando la figura del adherido, y a los técnicos y cuadros evitando así la formación de cobas (sindicatos de empresa).
En las ponencias aprobadas por el comité confederal se prevé que la futura ejecutiva esté formada, como la actual, por 11 miembros y una de las vocalías se convierte en secretaría de acción social. La incógnita que Redondo no despejará hasta el último día consiste en saber qué personas conforman su equipo y si en él entra su futuro sucesor.
Negociación con la CEOE
En política sindical la estrategia de UGT no va a cambiar y, a medio plazo, consistirá en seguir negociando la Propuesta sindical prioritaria, con el método de discusión en marcha que considera el único viable. Redondo afirmaba ayer que "si la CEOE hubiera participado en una negociación tripartita no hubiéramos llegado a ningún acuerdo". Al dirigente ugetista le preocupa la actitud de la patronal que "ha colocado las negociaciones con los sindicatos en un compás de espera hasta ver si obtiene contrapatidas del Gobierno".
Sin triunfalismos, Redondo ve un futuro más esperanzador al diálogo entre las centrales y el Ejecutivo. Por ello la UGT se dispone a culminar la primera fase negociadora y a cerrar las mesas pendientes sobre el aumento de la cobertura de¡ desempleo, el subsidio de los jornaleros, el salario social y el control de las contrataciones.
Después se irá a una segunda fase con nuevas mesas negociadoras como la fiscalidad, la participación de los trabajadores en las empresas y la vivienda social. De esta forma, la central se propone paliar el actual "déficit social". Todavía no han decidido si se solemnizarán los acuerdos en un acto protocolario pero Redondo no encuentra ningún problema en firmar los pactos con Carlos Solchaga y ayer aseguró que "si el contenido es bueno yo lo firmo con el mismo diablo".
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