El Ministerio de Industria insta a Ceselsa e Inisel para que reanuden las negociaciones de fusión

El Ministerio de Industria convocó ayer a los presidentes de Ceselsa, José Antonio Pérez Nievas, y de Inisel, Rafael Villaseca, en un nuevo intento por reconducir las negociaciones de fusión entre ambas compañías de cara a la creación de una nueva empresa de electrónica de defensa. La reunión viene a ser la respuesta de la Administración ante el ultimátum presentado por Ceselsa hace ahora dos semanas mediante una carta remitida al director general de Electrónica, José Luis Bozal, en la que mostraba su intención de dar por cerradas las negociaciones si antes de finales de mes no se llegaba a un acuerdo definitivo.El encuentro mantenido ayer es el primero que se celebra desde que el pasado 2 de noviembre la empresa pública Inisel rechazó el planteamiento de fusión propuesto por la empresa privada. Ceselsa exigía una serie de condiciones mínimas como la garantía de gestión y el pago por parte del INI de un 25% de su valor que fueron ampliamente contestadas por Inisel. Desde entonces, las negociaciones entre las partes quedaron suspendidas, sin que tampoco el Ministerio de Industria tomase ninguna iniciativa favorable a una nueva toma de contacto.

Toda esta ronda de negociaciones ha puesto de manifiesto las grandes discrepancias que mantienen Ceselsa e Inisel sobre las posibilidades de una fusión. No obstante, la situación de la empresa privada ha ido deteriorándose en su cotización bursátil, lo que constituye un indicador clave ante el nuevo rumbo que pueden tomar ahora las negociaciones. De hecho, la posición de Ceselsa parece en estos momentos bastante más débil que hace unos meses hasta el punto de que sus propios responsables se muestran dispuestos a estudiar incluso la fusión en una nueva entidad controlada mayoritariamente por Inisel.

El proyecto del Ministerio de Industria, expuesto el pasado mes de julio por el propio titular del departamento, Claudio Aranzadi, se orientaba a la creación de una gran empresa de electrónica de defensa, participada en un 40% por cada una de las dos empresas, quedando el 20% restante en manos de terceros socios, principalmente entidades financieras que, como en el caso del BBV, ya participan en el capital de Ceselsa.

Desconfianza

La equidad que trataba de imponer Aranzadi con este planteamiento parece ahora imposible dada la desconfianza que existe entre las dos partes. Los observadores del sector señalan en este mismo sentido que es bastante improbable que una fusión de este tipo prospere a tenor de la disparidad de criterios que han caracterizado tradicionalmente la evolución de las dos empresas llamadas a integrarse.No en vano, la petición de Ceselsa para que el INI le pague de antemano el 25% de su valor evidencia ya el prejuicio de que la empresa privada cuenta con un neto patrimonial más alto que la empresa pública. Lógicamente, Inisel asegura todo lo contrario. Asímismo, Ceselsa trata de garantizar para la nueva empresa conjunta un monopolio efectivo en el mercado de electrónica de defensa que perjudicaría gravemente los intereses de otras filiales del INI, como son Construcciones Aeronáuticas (CASA), la Empresa Nacional Bazán y la Empresa Nacional Santa Bárbara.

Todos estos detalles están contenidos en los documentos elaborados por una y otra parte durante las negociaciones celebradas el pasado año y ponen de manifiesto la necesidad de que Ceselsa e Inisel partan otra vez de cero si es que se quiere reactivar el programa de fusión. Ni más ni menos, ésta es la intención que persigue el Ministerio de Industria y que ayer fue expuesta a los presidentes de las dos compañías por el director general de Electrónica, José Luis Bozal.