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"El hombre del fin de siglo será urbano pero vivirá en el campo"

Predicción del demógrafo Michel Poulain, profesor de la universidad de Lovaina

El demógrafo Michel Poulain, profesor de la universidad de Lovaina y uno de los especialistas en movimientos migratorios de la población que goza de mayor prestigio mundial, ha dicho que el ciudadano de los países desarrollados del fin de siglo "será urbano, pero vivirá en el campo, y surgirá así una figura que los franceses ya han bautizado como rurbain [de rural y urbain]". "Esto será posible porque trabajará a distancia con el adecuado instrumental informático y porque se beneficiará de una red fluida de comunicaciones entre el campo y la ciudad", añade.

Poulain, que ha participado en las jornadas internacionales sobre Demografía urbana y regional, se basa para hacer esta predicción en las actuales tendencias poblacionales que se registran en muchas de las ciudades europeas. De acuerdo con las explicaciones del profesor de Lovaina, el centro de la ciudad (el denominado casco antiguo) se dedicará a servicios administrativos, actividades culturales y pequeñas tiendas especializadas. Sus calles, en las que estará prohibido el tráfico, se recorrerán a pie, y contarán con mucha más vegetación que la actual.

El otro gran ecosistema de la ciudad será la periferia, en la que se encontrarán los grandes almacenes, los edificios administrativos de mayor calibre y también viviendas, pero muy diversificadas (no sólo apartamentos de lujo). A esta última zona se podrá acceder en el propio automóvil, para el que no existirán problemas de aparcamiento. Finalmente, ya prácticamente en el campo, se ubicarán muchas de las viviendas de las personas que trabajan en el centro y periferia.

Comunicaciones

Para que esta estructura de ciudad sea efectiva es imprescindible, según Poulain, que esté asegurada una buena red de comunicaciones. Cuando se le pregunta a este experto si Madrid podrá llegar a inscribirse en este tipo de ciudad, no quiere aventurar una predicción concreta, y se limita a decir que, según los datos que él conoce, Madrid padece en estos momentos un importante problema de comunicaciones. "Para resolver tanto el problema de Madrid como el de las demás ciudades será necesaria la colaboración de los científicos con las autoridades locales".Pero ¿qué más está sucediendo en nuestros días dentro de los movimientos urbanos? "No se trata de una evolución homogénea porque hay unas ciudades que crecen y otras que disminuyen. Así, por ejemplo, París está recobrando población y Bruselas la está perdiendo. En estos momentos no sabemos si salen o entran ciudadanos. Los científicos no hemos sabido señalar con claridad cuáles son las razones de estos movimientos. Algunos estiman que la emigración masiva hacia las grandes ciudades suele producirse todavía por el reclamo de lo económico. Cuando esto sucede surgen las periurbanizaciones, como consecuencia de la emigración a los alrededores. Pero también salen a vivir a la periferia quienes tienen buenos recursos económicos".

Sea cual sea el sentido del movimiento de la población en las ciudades, "no tengo la menor duda", señala Poulain, "de que hay que favorecer y armonizar en las mismas la convivencia entre jóvenes y mayores". "Deben tomarse otras medidas, como la creación de nuevos empleos, la lucha contra la contaminación, la habilitación de viviendas asequibles y, en general, acciones que conduzcan a una efectiva renovación urbana". Poulain se siente todavía más en su ambiente, por que es su especialidad, cuando se le pregunta por los movimientos migratorios en Europa. "Esta emigración es doble: por una parte, la huida al sol del Sur de muchos ciudadanos de los países del Norte, y por otra, los movimientos de emigración de la mano de obra desde el Sur (Marruecos y otros países de África) hacia Europa. A partir de 1992, con las fronteras ya derribadas, es muy probable que los países del norte y del centro de Europa reciban inmigrantes de los países del este europeo, mientras que los países del sur de Europa (parte de Francia, España, Italia y Grecia) recibirán a los africanos", señala.

Libre emigración

¿Hacia dónde se dirigirá este contingente humano?, ¿a las grandes ciudades, a la periferia o al campo? "Seguramente a las ciudades", dice el profesor de Lovaina, "aunque esto depende de la política de población que se adopte". ¿Habrá llegado la hora entonces de limitar tal emigración? "No si se llega a un equilibrio económico entre el Norte y el Sur. En estas circunstancias, una emigración libre resulta muy positiva para el intercambio de ideas y creación intelectual. Pero es muy probable que, debido al envejecimiento de la población, Europa tenga necesidad de la mano de obra que viene del Sur".

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