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Tribuna
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Reacciones contradictorias

Los fuertes recortes con que las bolsas internacionales cerraron la semana anterior hacían temer algo similar para estos mercados, pero hay una diferencia fundamental en el comportamiento pasado de unos y otros que ha actuado como elemento disuasor, y es que mientras que Tokio y Nueva York habían acumulado algunas subidas, las bolsas españolas padecieron- un ligero goteo a la baja que parece haberles puesto a cubierto de descalabros importantes. La fuerza del papel en algunos sectores básicos hizo que al cierre de los corros el índice hubiera superado el margen de seguridad que servía de soporte para las cotizaciones.A lo largo de la mañana se produjeron constantes recortes, pero de una cuantía tan limitada que el índice parecía aguantar sin problemas. El retraso en la apertura del mercado continuo, debido a problemas técnicos, influyó en ese sentido, hasta que se produjo una coincidencia en la salida de los valores bancarios y las primeras cotizaciones a través de ordenador. La presencia de algún dinero no pudo evitar una de las caídas más fuertes del índice de las últimas semanas, con lo que todo quedaba pendiente de Wall Street.

La suavidad de las primeras bajas en aquel mercado inclinó a los inversores españoles a pensar en que el castigo matinal había resultado excesivo, lo que propició algunas tomas que cambiaron sustancialmente el panorama. Sólo en esos momentos de tranquilidad relativa se pudo sopesar la ausencia de impacto de un IPC del mes de diciembre que no convenció a nadie.

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