Instituciones Penitenciarias dicta medidas para evitar la muerte de los presos de los GRAPO en huelga de hambre
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha enviado una circular a todos los directores de prisiones en la que se dictan medidas para evitar la muerte de los más de 50 presos de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) que están en huelga de hambre desde el 30 de noviembre, en protesta por la dispersión, según informó anoche Telemadrid.Según la nota, los traslados de los presos a los hospitales se acompañarán de un auto del juez de vigilancia penitenciaria autorizando el tratamiento de los reclusos incluso en contra de su voluntad. También se recomienda, ante cualquier complicación, proceder a administrar el correcto tratamiento sin esperar a que se presente una situación de precoma. Para los casos que se traten en centros hospitalarios penitenciarios, la nota dice que los presos deberán estar custodiados por funcionarios que garanticen la alimentación asistida por vía intravenosa hasta que su salud no corra peligro.
Amnistía Internacional
Por otra parte, familiares de presos de los GRAPO han enviado una carta a Amnistía Internacional (AI) para que intervenga ante la situación de los reclusos de esta organización en huelga de hambre. En la misiva se denuncia tanto el grave empeoramiento del estado físico de los reclusos como el hecho de que se está alimentando de modo forzoso a varios de los 24 hospitalizados, informa .Josefina Gil, esposa del recluso Manuel Gil Araujo, internado en el hospital penitenciario de Carabanchel, afirmó que la alimentación que les están suministrando no le impide morir, sino que sólo prolonga su agonía, y recuerda que en 1981 murió el preso de los GRAPO Juan José Crespo Galende tras tres meses en huelga de hambre.
Los familiares de los presos de los GRAPO piden que Al intervenga para que se les concedan "las mínimas y justas reivindicaciones: reunificación en una sola cárcel y unas condiciones de vida dignas". Josefina Gil manifiesta que no reclaman privilegios, ni rebajas de grado, ni comunicaciones vis a vis, sino algo que se pactó con el Gabinete de UCD y que el PSOE ha violado. La esposa del grapo Araujo afirma que hasta la aplicación de la política de dispersión todos los presos de esta organización estaban juntos en la prisión de Soria, donde estudiaban por la mañana y trabajaban por la tarde para realizar objetos de artesanía que luego vendían.
Josefina Gil defiende el derecho de los presos a no ingerir alimentos, ya que "es la única arma que tienen para protestar".
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