El pleno sobre tasas se aplazó hasta que el centro-derecha tuvo mayoría absoluta

El alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, tuvo ayer que suspender el pleno extraordinario en el que se iban a aprobar las tasas e impuestos para 1990, al no contar el equipo de gobierno con mayoría absoluta, por la ausencia del concejal popular Pedro Ortiz y del centrista Ramón Tamames. Los socialistas, pese a estar en desacuerdo con algunas de las propuestas, llegaron a ofrecer al equipo de gobierno la salida temporal de uno de sus concejales del salón de plenos, favor innecesario puesto que aún con esta ausencia el centroderecha no sumaba mayoría absoluta.La inasistencia de Ortiz y Tamames se detectó antes de que se iniciara la sesión por lo que, a pesar de los continuos timbrazos de llamada, el pleno no se inició hasta pasados 45 minutos de la hora prevista. Rodríguez Sahagún sabía que el concejal de su grupo Ramón Tamames no podía asistir. Tamames pasó el día de ayer fuera de Madrid, según confirmaron tanto en su domicilio como en su despacho profesional.

No se sabía, sin embargo, por qué no había acudido Ortiz. Su grupo se movilizó para buscarlo. El concejal del PP, José Ignacio Echeverría, responsable de Hacienda, se ocupó, entre tanto, de realizar una larga intervención en la que, detalladamente, explicó por qué se rechazaban las alegaciones presentadas por la Asamblea de los Verdes Alternativos de Madrid a la ordenanza reguladora del impuesto sobre bienes inmuebles y por qué se aceptaba la enmienda de una vecina y se decidía mantener el actual sistema de pago del impuesto sobre vehículos.

No se podía alargar más la sesión y el secretario general del Ayuntamiento encontró finalmente la fórmula legal para suspenderla. Las corporaciones pueden interrumpir sus sesiones para que los grupos realicen consultas. Y el alcalde aseguró que existían tales consultas.

Pedro Ortiz, fue localizado finalmente en la junta de Salamanca, de la que es presidente, en donde estaba resolviendo un asunto urgente. Cuando terminó el pleno de la vivienda, las tasas e impuestos para 1990 pudieron por fin ser aprobadas.