Policía de cinco a ocho
Vivo en la calle del Maestro Lasalle, esquina con Drácena, y continuamente, mientras estudio por la tarde, oigo un "¡auxilio, socorro!". Salgo corriendo sabiendo que nada puedo hacer, pero por lo menos para ayudar a la siempre afectada, ya que esto nunca les suele pasar a los hombres, lo cual demuestra la cobardía de los asaltantes. Personalmente me han atracado dos veces (y sólo tengo 17 años), lo que ha hecho que cada vez que tengo que salir a la calle me lo piense mucho. Cada vez que se produce un robo llamamos a la policía y siempre le contamos la misma historia, pero nunca nos han resuelto el problema, que tan sencillamente se arreglaría poniendo un policía en tal esquina a las horas más afectadas: de cinco a ocho de la tarde. Creo que si esto lo pudiese solucionar no sólo se lo agradecería yo, sino los cientos de señoras que pasan por tal esquina a lo largo del día; de lo contrario, le agradecería me informase de qué medidas podríamos tomar para solucionar este problema.-