Aquino, sin alternativa
La presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, y su Gobierno están en medio de su peor crisis mientras tropas leales luchan para sofocar el más reciente y prolongado intento de golpe de Estado.Filipinas ha sufrido un daño incalculable desde el inicio de la rebelión, el sexto golpe de Estado desde que Aquino llegó al Gobierno por decisión popular, en 1986. Desde el último intento, en agosto de 1987, Aquino ha intentado estabilizar el país y atraer la inversión extranjera. (...)
La indisciplina entre las fuerzas armadas y la lealtad de las tropas a la presidenta y a la Constitución parecen estar en duda en todos los cuarteles y unidades, incluidos los más profesionales. En el Parlamento hay miembros a los cuales no les preocupan las bondades constitucionales de la democracia. (...) Aquino tendría que iniciar un proceso para reconstruir la confianza otra vez.
Las razones de este reiterativo intento de golpe no son difíciles de encontrar. Dos décadas de gobierno corrupto y despótico de Ferdinand Marcos han producido una generación de políticos, hombres de negocios y militares para quienes el abuso de poder fue su forma de vida. (...)
Aquino ha comenzado a reorganizar el Ejército, pero todavía muchos oficiales son fieles al régimen de Marcos y al estilo de vida implantado por ellos. La aceptación de que el papel de las fuerzas armadas es el de servir al Gobierno, y no formarlo, sigue siendo irregular.
5 de diciembre
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