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Marcial Ucín, nuevo candidato para tomar el control de Acenor

El Ministerio de Industria, que quiere desprenderse del 45% que controla en Aceros del Norte (Acenor) antes de que acabe el año, apuesta por una solución nacional. El proceso de venta de este paquete, depositado en el Banco de Crédito Industrial (BCI), se ha intensificado en los últimos días con la aparición en escena del grupo acerero Marcial Ucín. La operación, centrada en las obligaciones inversoras de Acenor, se cuantifica en torno a los 4.000 millones de pesetas.

La empresa Marcial Ucín, ubicado en la localidad guipuzcoana de Azpeitia, cumple con todas las condiciones que se han diseñado en el perfil del mejor candidato: es vasca como Acenor, tiene fortaleza financiera y cuenta con capacidad de gestión demasiada. Sin embargo, los esfuerzos que requiere Acenor puede convertirse en algo demasiado grande para una sola empresa.Por ello, en Industria, donde se contempla con mucho interés esta opción, se piensa en la posibilidad de que Marcial Ucín vaya acompañada de otra sociedad del sector, o de varias. Industria quiere una solución industrial que garantice el futuro de la empresa y no un inversor especulador que, al cabo de unos años, devuelva la pelota a la Administración.

La operación de Acenor ocupó muchos espacios en la anterior campaña electoral en el País Vasco. En ella apareció el nombre de Marcial Ucín como cabeza para la solución que se buscaba con el localismo como mejor cartel. En algunos medios se llegó a insinuar su asociación con Aceros y Forjas de Azcoitia (Aforasa), una empresa competidora de Acenor y con menor músculo financiero.

Esta circunstancia hizo que se contemplara como un arma electoral. Sin embargo, posteriormente se ha podido comprobar que la solución de Marcial Ucín está encima de la mesa de la Gerencia Siderúrgica, aunque, según han asegurado responsables de ésta, todavía no se han entablado negociaciones precisas y concisas. La Gerencia es la que ha lanzado la idea de formar un grupo comprador y ve con tan buenos ojos como a Ucín al grupo catalán Celsa, de la familia Ruviralta, a Aristráin, Sevillana y Acerinox, entre otros. El principal opositor parece la firma alemana Thyssen.

Subvenciones

La venta del 45%, en cualquier caso, no supondrá ningún desembolso para los compradores. La importancia de esta venta radica en el programa de futuro que debe afrontar la sociedad, necesitada de capital. En las fuentes oficiales prefieren guardarse la cifra estimada, aunque otras fuentes la cuantifican en torno a los 4.000 millones de pesetas.Con esta cantidad podrían abordarse las inversiones requeridas para la modernización de las instalaciones de la sociedad, que cuenta con cinco centros fabriles. Por lo demás, en estos momentos se encuentra con el ajuste cerrado. Este año, en el que espera facturar alrededor de 65.000 millones de pesetas, prevé un margen operativo del 13%.

Este excedente, no obstante, prácticamente desaparece tras aplicar gastos financieros.

Acenor, que fue resultado de la fusión de las empresas de aceros especiales Forjas Alavesas, Aceros de Llodio, Aceros Olarra, Echevarría y Pedro Orbegozo, recibió unas ayudas de 30.000 millones de pesetas en términos netos equivalentes. De ellos, 15.000 millones correspondieron a subvención directa para cancelar créditos.

El grupo producirá 600.000 toneladas, con lo que se sitúa entre las cinco primeras firmas productoras del continente. El proceso de fusión fue financiado por fondos públicos. Como consecuencia de ello, parte de los fondos fueron convertidos en acciones.

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