Alarma en Andalucía ante el temporal de viento y lluvia
El fuerte viento del Suroeste y las intensas lluvias caídas a lo largo de la jornada de ayer en Andalucía occidental tuvieron especial incidencia en la provincia de Huelva, en donde el río Odiel se desbordó a su paso por Gibraleón. El desbordamiento creó alarma en esta población y algunos vecinos tuvieron que ser evacuados al inundarse sus viviendas. Ciudades como Córdoba, Sevilla, Cádiz y Algeciras permanecieron ayer desiertas, así como gran parte de la red vial andaluza. Los ciudadanos, siguiendo las recomendaciones de Protección Civil, optaron por permanecer en sus domicilios y no utilizar los automóviles.
El desbordamiento del Odiel, a su paso por Gibraleón, se produjo a la altura del puente ferroviario y afectó a un pequeño núcleo de viviendas de la barriada de San Rafael. También se produjeron cortes de carretera, por rotura de árboles y acumulación de lodo, en el término municipal de la localidad onubense de Villablanca. En Mazagón, por otra parte, dos peatones resultaron heridos al desprenderse un cable de alta tensión, si bien el estado de estas personas, que fueron trasladadas a un centro sanitario de Huelva, no reviste gravedad.Las rachas de viento alcanzaron los 81 kilómetros por hora en el aeropuerto de San Pablo de Sevilla y los 75 en otros núcleos de la capital andaluza, como la zona industrial de Tablada, y de la provincia de Huelva. En la capital onubense se llegó a recoger una media de 40 litros por metro cuadrado, frente a los 27 litros de San Fernando (Cádiz), 15 de Sevilla, y 8 de Córdoba.
El temporal, sin embargo, no había afectado ayer al servicio de transbordadores entre Algeciras y el norte de África. Fuentes del servicio meteorológico del Estrecho advirtieron sobre las cinco de la tarde que, si bien el viento de poniente reinante en la zona no era de gran intensidad, sí en cambio era un tanto preocupante el estado del mar, especialmente en la zona atlántica.
La delegación del Gobierno en Andalucía mantuvo a lo largo de toda la jornada una serie de recomendaciones ciudadanas, consistentes en no circular por carretera nada más que en casos imprescindibles; no bloquear con llamadas telefónicas los centros de información y de urgencias, y recoger o fijar todos aquellos objetos de ornamentación exterior de viviendas, como macetas, toldos o persianas, sensibles a las fuertes rachas de viento.
En Málaga -informa Elena B. Castilla- llovió durante todo el día de ayer de forma moderada, si bien continuaba aún el riesgo de fuertes precipitaciones y rachas de viento en toda la provincia, con mayor intensidad en la parte occidental, según las previsiones. Las autoridades aconsejaban todavía que los niños no fueran el lunes a clase.
Las lluvias entorpecieron las tareas de limpieza que de forma continuada llevan a cabo desde el jueves 1.000 operarios municipales, tarea que se ve también dificultada por el hecho de que todavía permanezcan anegadas algunas de las zonas más afectadas por las inundaciones del pasado martes. Por otro lado, fuentes municipales informaron que en las oficinas de los servicios sociales se han recibido ya 1.473 solicitudes de ayuda dentro del plan de emergencia social establecido por el Ayuntamiento. Además, hasta el momento se han declarado 54 casas en ruina e iniciado el expediente de declaración de otras 109 viviendas. Las personas afectadas permanecen acogidas en los albergues municipales.
El Ayuntamiento malagueño informaba también ayer que desde hoy quedaría restablecido totalmente el suministro de agua a la ciudad siempre que no se produjeran fuertes lluvias en la zona del valle del Guadalorce.
La mayor parte de las carreteras de Cataluña que resultaron afectadas por las intensas lluvias de la madrugada del sábado se encontraban ayer abiertas ya al tránsito, con excepción de algunas rutas locales de los alrededores de Figueres (Gerona), población que sufrió los mayores aguaceros. Al mediodía de ayer, permanecía cerrado por desprendimientos un carril de la autopista A-18 en dirección a Terrassa.
Por otra parte, el cadáver de Roberto Breig Nave, de 36 años, desaparecido el pasado jueves al ser arrastrado el coche en el que viajaba por las aguas de un barranco en Ribarroja (Valencia), apareció ayer por la tarde en el término municipal de Manises, informa Efe.
