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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Violencia gratuita

LA INJUSTIFICADA y brutal carga policial efectuada contra jóvenes asistentes al sorteo de la mili celebrado en Sevilla el domingo es uno de esos hechos que hacen dudar si nuestro país camina hacia el futuro o se empeña en seguir rindiendo culto a los modos del pasado. Cuando incluso en los países comunistas inmersos en un proceso vertiginoso de cambios políticos la policía responde con una exquisita civilidad a manifestaciones de centenares de miles de personas, en la España democrática la policía sigue perdiendo los estribos con demasiada frecuencia ante inocuas demostraciones de algunas centenas de pacíficos ciudadanos.En Sevilla se ha demostrado una vez más que en los actos con fuerte presencia de jóvenes el mayor peligro de desorden reside en la posibilidad de una actuación imprudente e irreflexiva por parte de las fuerzas policiales. Los jóvenes que protestaban en Sevilla contra el servicio militar tenían la Constitución de su lado, que protege los derechos a expresarse libremente y a manifestarse, y nada de lo que hicieron, incluso el despliegue de pancartas con la palabra insumisión, les hacía merecedores de la saña y del salvajismo con que fueron tratados.

El delegado del Gobierno en Andalucía ha asegurado que "con las compañías de reserva no podemos", refiriéndose a los antidisturbios causantes del apaleamiento. Dos días después, nadie le ha enviado todavía a su casa y ha nombrado en su lugar a alguien que sí pueda.

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