Perros flacos

Los mercados de valores son, en estos momentos, como los perros flacos del refrán, para los que no parece existir acontecimiento alguno que sea beneficioso. Los últimos datos publicados en Nueva York invitan a mantenerse fuera del mercado como primera medida de precaución, y es que nadie consigue encontrar apoyos en unas bolsas demasiados sensibles ante las cifras económicas que van publicando las diferentes economías. Tomarle el pulso a una de ellas no parece demasiado complicado, pero pedirles a los parqués españoles que se anticipen a las reacciones de sus colegas norteamericanos parece exigir demasiado, sobre todo en un momento en el que nadie está seguro de las propias fuerzas.La sesión ha sido totalmente irregular en su trayectoria, con abundantes abandonos de posiciones y escasas apuestas por un futuro incierto, lo que se tradujo en un volumen negociado que deja mucho que de ser, al menos en lo que se refiere a los corros. Uno de los motivos de esta paralización está en la publicación del crecimiento del PIB norteamericano, no demasiado malo, pero excesivo para un mercado escarmentado en cuanto al impacto de algunos datos sobre el comportamiento de la inversión.

Al final, las opiniones estaban un tanto divididas, pues algunos inversores intentaban jugar a adivinos y arriesgaron alguna compra de cara a una reacción positiva para el próximo lunes. A media tarde, cuando Wall Street se inclinaba a la baja, las cosas cambiaron bastante.