200 calles constituirán una zona estratégica a efectos de tráfico y aparcamientos

Un total de 180 kilómetros, correspondiente a más de 200 calles de Madrid, será señalizado a partir de esta semana con líneas rojas intermitentes y placas con la palabra RED. Las infracciones en estas vías principales, incluidas en lo que se ha designado como Red Estratégica Diferenciada (RED), serán objeto de sanciones que, cuando entre en vigor la ley de Seguridad Vial, llegarán a las 50.000 pesetas para los reincidentes. En estas calles se concentrarán las actuaciones de la grúa y de la Policía Municipal.

En estas 200 calles se limitará también la realización de obras y se prohibirá el estacionamiento en caso de situaciones críticas, tales como un índice excesivo de contaminación o una huelga de transportes.Eduardo Larraz, concejal de Circulación, y Pedro Ortiz, responsable de Prospectiva, anunciaron ayer la inmediata puesta en marcha, esta misma semana, de la que se ha denominado Red Estratégica Diferenciada, compuesta por 180 kilómetros de calles por las que pasan más de 30.000 vehículos diarios.

La RED está formada realmente por 350 kilómetros, pero los 170 restantes pertenecen a la Comunidad y al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), con los que se iniciarán negociaciones en las próximas semanas para ampliar la señalización ahora propuesta para las calles municipales.

En los 180 kilómetros designados se concentra, según los técnicos, el 80% del tráfico de Madrid a pesar de representar tan sólo una sexta parte de la red viaria de la capital.

Raya roja discontinua

Asimismo, las calzadas de todas las calles (unos 250 tramos, correspondientes a más de 200 vías) serán pintadas con una raya roja discontinua a ambos lados de la calle, visibles para los conductores, pues estarán en la parte exterior de las zonas reservadas para aparcamiento.En aquellas partes de la calle donde esté prohibido estacionar o parar se pintará asimismo junto al bordillo una raya amarilla continua. La medida será aprovechada para revisar la señalización existente.

La operación, que costará 15 millones de pesetas y que si no llueve estará terminada en un mes, irá unida a un mayor control del tráfico por cámaras de televisión, a una mayor presencia en estas vías de la Policía Municipal y a una prioritaria actuación de la grúa.

Asimismo, se prohibirán diversos giros a la izquierda, se limitará el estacionamiento y se colocarán vallas y semáforos en los cruces con objeto de proteger a los peatones.

Según Larraz, esta jerarquización de las vías permitirá, cuando entre en vigor la ley de Seguridad Vial, la aplicación de multas de 15.000 a 50.000 pesetas a aquellos infractores que con sus vehículos obstaculicen el tráfico (aparcamiento en carril bus, carga y descarga y doble fila). La cuantía será máxima en aquellos casos en que el infractor sea reincidente.

Larraz indicó que la realización de obras viarias en alguna de las calles incluidas en la RED tendrá que ser comunicada a su departamento y controlada con el fin de que se cumplan los plazos fijados para su ejecución.

Por último, Larraz indicó que en casos de contaminación muy alta, huelga de transportes o situaciones catastróficas, la señalización de una red de vías prioritarias en la ciudad permitirá aplicar con mayor facilidad medidas tendentes a la prohibición o limitación de estacionamiento.